Todo empieza cuando,después de bajarme a Granada,mis amigos empiezan a picarme para que me atreva a subir a la Stella Alpina,concentracióna a la cual ya asistí en la edición del 2006.Al principio no estaba seguro,me puse a calcular distáncias en el Google maps y me salían un total de 1664,km arriba,km abajo.Pero lo bueno es que había que multiplicarlo por dos y pensé…ufff,mucha pasta,pero a medida que se acercaba la fecha,todo parecía que iba en serio.
Sería el primer viaje largo de mi amigo Enri,pero cuando mi querido Alfredo,alias “El Yeti”,personaje del sur y gran amigo de Barcelona con su incombustible BMW R100GS,se venía con nosotros,sabía que el viaje era ya un éxito seguro,amén de una suerte de amigos por ambas partes que se iban a unir con nosotros.
La madrugada de la salida estaba muy nervioso,no dejaba de pensar en la “jartá” de kilómetros que me iba a meter entre pecho y espalda,quiero decir,entre asiento y ojete,y así me dieron las tres de la madrugada sin pegar ojo.Sabiendo que una hora era insuficiente para dormir,decidí levantarme para adelantar una hora del viaje y así evitar los calores y humedad que la costa mediterránea nos ofrece.Ante la mirada atónita de mi pareja por no haber dormido ni una hora,le dí un beso y cargué mi V para salír disparado hacia el norte.
No habiendo nadie a esas horas y todo en calma,es fácil enroscar el gas para adelantar tiempo y eso es lo que hice por la A-92 camino a Murcia,donde pensaba repostar la primera vez.Hecho esto,seguí ya por la AP-7 dirección Valencia con viento fresco y depósito lleno,donde fuí a desayunar con mi família por parte de mi padre.Que decir siempre de la hospitalidad familiar y encima con restaurante:bocata de tortilla,coca-cola y café para reanimar el espíritu a las ocho y pico de la mañana mientras reíamos y recordábamos aventuras de mi padre y su primo.Así que después de tres horas de desayuno y con el tres cuartos sin abrochar,me despido de ellos con dirección a Barcelona,lo más ligero que la DGT me permite ir.
Después de pagar un pastón de autopistas,como si de un tráiler se tratase,llegué a Barcelona con mas hambre que un caracol en una lata y me voy al bar de debajo de mi casa a pegarme un menú como Dios manda.A todo esto que decir que por el camino la cadena de mi niña iba haciendo ruiditos extraños y pensé que ya la engrasaría y tensaría nuevamente al llegar a casa,mientras el diluvio universal dejaba como los chorros del oro los cojinetes de las ruedas.
A sacar los colgadores y dejar que todo el equipo se vaya secando frente al ventilador.Por la tarde,quedé con los amigos para planear que llevarnos en conjunto e ir lo más ligeritos que nos podíamos permitir.
9-Julio-2009
Esta madrugada he acabado de cuadrar las alforjas y me he acostado a las cuatro.Diana a las siete para la ducha y comprobar que la ropa esté seca del todo.Quedo con mi amigo Enri y su Versys cargado de maletas para desayunar algo antes de salir,donde también nos esperaba otro amigo con su SV.
Llegados a la estación de autobuses de meridiana,nos estaba esperando Raúl,alias Comodoro,otro personaje con otra V-strom,el cuál nos dice que Alfredo ha ido subiendo para la Jonquera donde le esperaban otros dos y debido a una reciente sustitución de cigüeñal por parte de su BMW,tiene que ir más tranquilo para el rodaje.Nos faltaba uno.Móvil en mano,llamamos a Jose Maria y su VFR y nos dice que se ha quedado dormido.Decidimos ir subiendo y ya nos pillará,Alfredo no es de los que espera!!!
Autopista de por medio,llegamos a la Jonquera donde en la gasolinera ya está Alfredo y sus dos amigos,con una R1150GS y una F650GS,al cual se añade Jinete Nocturno y su pedazo V-Strom 1000.Nos abrazamos después de mucho tiempo sin vernos y nos presenta a sus compañeros.Con los depósitos cargados,el trío BMW decide salir y quedamos en un punto para no perdernos.Era imposible,Alfredo se había currado unas fotocópias marcando el camino con fluorescentes de diversos colores para la ida y la vuelta,que majo!.Al cabo de 10 min.de su marcha,aparece Jose María y su VFR cargada con paquetes y pulpos por doquier,hago un cálculo aproximado y la media de velocidad me sale a ….mejor paso de comentarlo.
Con tres en marcha y seis en la Jonquera,arrancamos motores y nos dirigimos por la A-9 cruzando Perpignan,Narbonne,Montpelier y Nimes mientras la autopista nos advierte de fuerte vientos laterales que nos azotan por el este.Pasado Nimes,alcanzamos al trío Bemeuvero mientras me empiezo a incomodar por el alegre ruído que mi cadena provoca,y pienso que la he tensado poco,pero eso no me tranquiliza.Repostamos en una gasolinera y nos resguardamos del calor insoportable en un área de descanso.Empezamos a sacar bocadillos y bebidas para saciar el hambre y el apetito.Se respira un buen ambiente moteril y todo me indica que el viaje va a ser un éxito.Gente maja,noble y aventurera a la cual no se le puede pedir más.La única que empieza a dar la nota es la cadena de mi moto.Cigarrillo en boca,saco las herramientas y vuelvo a tensarla y a engrasarla.Una voz en mi interior me salta:”…espero que aguante..”,a lo que le respondo:”…eso espero..”.
Después de descansar los culos y reposar las máquinas,el convoy se dirige al norte con paso decidido hacia Orange,dónde pasado éste,nos desviamos en la población de Bolléne para cojer la D-94.En ese punto,sé que la aburrida autopista ya ha acabado para dar paso a la diversión y poder gastar marchas más bajas que la sexta.
Mirar por el retrovisor y ver una serpiente de motocicletas cargadas hasta las trancas por carreteras secundárias con dirección a Nyons,en un país extranjero,me hace sentir libre y feliz,porque esto es algo que no se vive ni siquiera una vez al mes.
Empalmando marchas a golpe de gas,con cambios de rasante,curvas ciegas y notando la presión de la carga,sacas lo mejor de tu moto y de ti mismo…
Pasado Nyons,giramos a la izquierda en Cumier para seguir en la D-94.A partir de este punto,empieza la buena diversión,la carretera es engullida por una angosta collada de montañas donde cuándo el asfalto es malo,la rueda se va metiendo en grietas y cuando es bueno,no está pintado ni señalizado.Una collada de cien kilómetros de largo que va atravesando pueblos de lo más variopintos y cruzándote con moteros con matrículas de otros países,va acrecentando el deseo de disfrutar tu moto y disfrutar de la compañía de gente que sabe salir a la aventura.
La D-94 da paso a la D-994 en Rosans donde la carretera se hace más angosta hasta llegar a Serres.Hacemos una parada técnica en una gasolinera pasada esta población para repostar.En cuestión,se llama “Les germans Boissons” y dentro de un gran escaparate,exponen un Ford Escord Cosworth de rallie con infinitos trofeos y dorsales de competición.Allí se confirman mis peores temores.Le echamos un vistazo a la cadena y se confirma que al menos existen un par de eslabones gripados,los días del kit de transmisión han llegado a su fín y a mi me pillan en medio de un viaje a los Alpes…que co*ones.
Decido seguir el viaje emborrachando la cadena de lubricante para que no se caliente,pero casi es imposible desatascar esos malditos eslabones,así que decido tirar de marchas largas para que no agonice más.
Llegados al punto de Gap,cruzamos la población y la cadena de motos se dirige por la N-94 hasta Savines le Lac,paramos en un área de descanso para contemplar el precioso lago que le da nombre al pueblo y saturar las tarjetas de memória de las cámaras…es la primera parada decente en kilómetros.Cruzamos el extenso puente que une las dos partes del pueblo para ya empezar a subir por las estribaciones de los Alpes franceses en dirección norte.
Empieza a hacerse tarde y todavía faltan unos cuantos kilómetros para llegar a Briançon.Los adelantamientos empiezan a ser algo habitual a un ritmo sorprendente y todo el grupo responde a la perfección sin quedarse nadie atrás.Llegamos a Briançon por la N-94 y cruzamos esta ciudad caótica en tráfico con algún que otro susto por parte de conductores “impacientes e intolerantes” en cuatro ruedas;nada que lamentar.
En la Vachette,Alfredo nos obsequia con una carretera terciária que ya me enseñó en la primera vez que subí a la Stella Alpina.La maldita carretera llega hasta la población de Val-des-Près donde allí desaparece de los mapas y las motos empiezan a meterse entre un valle repleto de abetos verdes,arcenes cortos y carreteras de un solo cuerpo a ritmo frenético paralelo a un riachuelo,mientras el sol nos va calentando a trozos mientras se despide por ese día.
Llegados a cierta altura,la carretera empieza a descender por unos parajes difíciles de olvidar para cualquier mente que le guste mínimamente la naturaleza y el asfalto de alta montaña nos da la bienvenida por el Pian del Colle con unos socavones expresos y marcados con flechas para encauzar las aguas del deshielo en primavera.
Que decir que bajar cargados en el eje trasero,cuando pasamos por dichos badenes,aligeran el tren delantero de una manera muy decorosa y divertida,ya me entendéis,…mientras los frenos chirrían al sobre calentarse en los giros de la consecución de paellas magnificas por el puerto.
Como anécdota,en una de estas paellas de izquierdas,se abre un paso de piedra suelta como si de un atajo de un videojuego de consola fuese,y los que íbamos en trail,nos fue fácil cambiar el chip y ponernos de pié,pero cuando pasamos este recorte,miré por el retrovisor y ví como los que iban en moto de carretera se metieron sin pensarlo ante el susto que se metieron ellos y sus monturas al estilo Joe Bar!!!!
Llegando al fondo del valle,aminoramos la marcha y detrás de un giro ciego por una roca,pasamos por una caseta de madera tipo covertizo,jod*r,era la frontera de Italia…ya estábamos llegando.Pocos metros después,el cartel de Bardonecchia nos dejaba a la izquierda.Habíamos llegado al destino,pero todavía faltaba lo peor.la carretera de subida a la zona de acampada.
Por hoy ya está,en otro momento sigo con la crónica.Espero no haberme extendido.
preciosas imágenes y ameno relato, gracias por compartirlo con los que viajamos desde casa, un placer leer tu crónica 
