Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
- pabloski
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#126 Re: Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
Decimosexta etapa... "Asilvestrados".
Al llegar al hotel hacemos la colada en un abrir y cerrar de ojos, preparamos la cena en lo que se tarda en beberse una cerveza, ver la ruta del día siguiente en los mapas nos ocupa un suspiro, al levantarnos por la mañana, preparamos las maletas en poco más de cinco minutos... Pero lo que nos lleva todo el tiempo del mundo es disfrutar de las curvas de la carretera, meternos de lleno en los paisajes que nos rodean, patear las calles de las poblaciones por dónde vamos parando y caminar por los rincones más exclusivos de los países que vamos atravesando. Y ya van unos cuantos.
Nos hemos convertido en una especie de individuos uraños que sólo prestamos la máxima atención a todo lo que tenga que ver con el horizonte de la carretera, el puño del acelerador, las barritas del nivel de la gasolina en el cuadro de mandos, la carga de las baterías de los comunicadores Bluetooth... y poco más. Es como si llevaremos de viaje media vida y fuera nuestra profesión. Qué duro va a ser el regreso.
Hemos salido de Senj con fuertes rachas de viento en la Costa Dálmata, que han ido desapareciendo a medida que nos acercabamos a la península de Istria. La nueva autovía que circunvala Rijeka nos ha hecho ganar más de una hora de viaje, y antes de las 12 de la mañana estábamos pasando la frontera de Eslovenia; que nos ha recibido con 22 grados de temperatura, unas carreteras fantásticas, llenas de curvas sacadas de un vídeojuego, y los paisajes de su campiña, plagada de huertas, frutales y viñas.
Nuestro primer objetivo era el de visitar las cuevas de Skocjan: mucho menos populares que las de Postonja, pero con un encanto natural muy superior. La visita ha durado más de dos horas, por lo que se nos ha juntado con la hora de la comida y hemos montado el chiringuito en unos jardines que había en el aparcamiento de acceso a las cuevas.
Este no es el lugar para contaros con detalle lo que hay en estas cuevas, pero os recomiendo que, si os gusta el mundo subterráneo, busquéis información de Skocjan en la red, porque os sorprenderéis de sus peculiaridades: el lugar es espectacular y la visita obligada.
La ruta del día ha terminado en la localidad alpina de Tolmin, en la falda de los Alpes Julianos, donde hemos tomado nuestro primer contacto con la Europa civilizada al comprobar el precio de los alojamientos más elementales... Empezamos a echar de menos Albania, Macedonia, Montenegro, Bosnia...
Llegando a Tolmin, con los Alpes Julianos en el horizonte.
Al llegar al hotel hacemos la colada en un abrir y cerrar de ojos, preparamos la cena en lo que se tarda en beberse una cerveza, ver la ruta del día siguiente en los mapas nos ocupa un suspiro, al levantarnos por la mañana, preparamos las maletas en poco más de cinco minutos... Pero lo que nos lleva todo el tiempo del mundo es disfrutar de las curvas de la carretera, meternos de lleno en los paisajes que nos rodean, patear las calles de las poblaciones por dónde vamos parando y caminar por los rincones más exclusivos de los países que vamos atravesando. Y ya van unos cuantos.
Nos hemos convertido en una especie de individuos uraños que sólo prestamos la máxima atención a todo lo que tenga que ver con el horizonte de la carretera, el puño del acelerador, las barritas del nivel de la gasolina en el cuadro de mandos, la carga de las baterías de los comunicadores Bluetooth... y poco más. Es como si llevaremos de viaje media vida y fuera nuestra profesión. Qué duro va a ser el regreso.
Hemos salido de Senj con fuertes rachas de viento en la Costa Dálmata, que han ido desapareciendo a medida que nos acercabamos a la península de Istria. La nueva autovía que circunvala Rijeka nos ha hecho ganar más de una hora de viaje, y antes de las 12 de la mañana estábamos pasando la frontera de Eslovenia; que nos ha recibido con 22 grados de temperatura, unas carreteras fantásticas, llenas de curvas sacadas de un vídeojuego, y los paisajes de su campiña, plagada de huertas, frutales y viñas.
Nuestro primer objetivo era el de visitar las cuevas de Skocjan: mucho menos populares que las de Postonja, pero con un encanto natural muy superior. La visita ha durado más de dos horas, por lo que se nos ha juntado con la hora de la comida y hemos montado el chiringuito en unos jardines que había en el aparcamiento de acceso a las cuevas.
Este no es el lugar para contaros con detalle lo que hay en estas cuevas, pero os recomiendo que, si os gusta el mundo subterráneo, busquéis información de Skocjan en la red, porque os sorprenderéis de sus peculiaridades: el lugar es espectacular y la visita obligada.
La ruta del día ha terminado en la localidad alpina de Tolmin, en la falda de los Alpes Julianos, donde hemos tomado nuestro primer contacto con la Europa civilizada al comprobar el precio de los alojamientos más elementales... Empezamos a echar de menos Albania, Macedonia, Montenegro, Bosnia...
Llegando a Tolmin, con los Alpes Julianos en el horizonte.
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- martintxo
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#127 Re: Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
Supongo que sois conscientes de todos los que estamos enganchados a vuestras crónicas no? Muchas gracias por hacernos disfrutar y a seguir pasandolo bien.
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#128 Re: Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
+1 que agradecerá "El manual del motero viajero"Mon_Madrid escribió: ↑29 Ago 2018 10:37 Sin duda, Pablo, además de la envidia sana de estos viajes, la excelente descripción de los lugares y lugareños, las explicaciones y detalles sobre el "atrezzo" motero/viajero y los briconsejos, son un plus/plus para los que viajamos con vosotros desde el PC.
Recuerdo los consejos de lavado y secado de ropa del año pasado y otros más. Algún día te tocará redactar un resumen de todas estas cuestiones, tan útiles y necesarias para mejorar las condiciones del viaje.
Seguid disfrutando, que vuestro disfrute, también es el nuestro.
Abrazos y besos para la expedición.
Vs.
+1 que también disfruta con tus crónicas
Este año, siguiendo vuestro viaje y el de unos cuantos colegas, me he recorrido casi toda Europa!
Gracias, Pablo, por tener la santa paciencia de hacer cada día tus maravillosas crónicas
V'sss y tened cuidado ahí fuera
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#129 Re: Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
Pues a lo mejor tenemos algún día la guía del trotamundos-motero by Pablosky!!!Kastefariano escribió: ↑30 Ago 2018 09:21+1 que agradecerá "El manual del motero viajero"Mon_Madrid escribió: ↑29 Ago 2018 10:37 Sin duda, Pablo, además de la envidia sana de estos viajes, la excelente descripción de los lugares y lugareños, las explicaciones y detalles sobre el "atrezzo" motero/viajero y los briconsejos, son un plus/plus para los que viajamos con vosotros desde el PC.
Recuerdo los consejos de lavado y secado de ropa del año pasado y otros más. Algún día te tocará redactar un resumen de todas estas cuestiones, tan útiles y necesarias para mejorar las condiciones del viaje.
Seguid disfrutando, que vuestro disfrute, también es el nuestro.
Abrazos y besos para la expedición.
Vs.
+1 que también disfruta con tus crónicas
Este año, siguiendo vuestro viaje y el de unos cuantos colegas, me he recorrido casi toda Europa!
Gracias, Pablo, por tener la santa paciencia de hacer cada día tus maravillosas crónicas
A comisión, Pablo!!
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- pabloski
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#130 Re: Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
Decimoséptima etapa... El karma.
Tenemos demasiada información, y eso no siempre es bueno. Llevamos en la maleta hasta un paracaídas, por si nos hiciera falta, y programamos todo lo que vamos a hacer con una precisión casi quirúrgica. Cualquier día perderemos el instinto que nos permite sobrevivir cuando todo lo demás falla.
La previsión meteorológica que seguimos a diario (la más fiable es wetterzentrale, os lo aseguro) nos informaba que hoy no nos librabamos de la lluvia: hasta 30 litros por metro cuadrado estaba programado que caería en la franja de territorio que hay ente los Dolomitas y el sur del Tirol.
Hemos comenzado el viaje atravesando los Alpes Julianos, por el Parque Natural del Triglav. Fresco, pero soleado, aunque, a medida que nos acercabamos a la frontera de Austria, las nubes con forma de borreguito (el peor augurio meteorológico) llenaban el cielo. Teníamos pensado terminar la etapa en María Luggau, un pueblo alpino tirolés con gran encanto. Así dejaríamos pasar la lluvia programada para la tarde y mañana... ya veríamos, porque la previsión es igual de mala. Al llegar a esta población hemos consensuado seguir, así adelantaríamos kilómetros para el día siguiente y, atendiendo a un comentario de Yolanda, nos hemos puesto el traje de agua.
A los pocos minutos se ha hecho de noche y ha comenzado a llover sin piedad, como sólo lo hace en los Alpes. Los coches levantaban olas al adelantarnos o al cruzarse de frente. Hemos decidido parar en Cortina d' Ampezzo para buscar hotel y refugiarnos.
Pasados 40 kilómetros, desde que ha empezado el diluvio, el cielo ha clareado, hasta el punto de ver los picos recién nevados (a 1.500 metros de altura la térmica era de 11 grados) y nos hemos llenado de optimismo. Ya en las calles de Cortina, atestadas de gente, como siempre (es uno de los motivos por los que no recomiendo a nadie visitar Dolomitas en temporada de vacaciones) hemos vuelto a reunirnos para valorar la situación. El cielo seguía cubierto, pero parecía que las nubes se elevaban. Así que, hemos abierto una nevera, hemos cortado trozos de queso y pan, y a los 10 minutos estábamos otra vez sobre la moto.
¿El karma existe? La ruta elegida atravesaba el collado del Falzarego, donde ya casi no chispeaba, después hemos ascendido hasta el Valparola, al tiempo que los rayos de sol empezaban a secar nuestra ropa y el puerto de Val Gardena nos ha recibido con un escenario de los Dolomitas que casi nos ha hecho llorar de emoción. ¿Ha sido el karma? Porque las previsiones eran espantosas.
Tras nueve horas en la moto para recorrer unos 320 kilómetros por las carreteras más complicadas (tanto como bonitas) de Europa, hemos decidido buscar alojamiento cerca de Bolzano. De nuevo una fuerza superior nos ha favorecido (el famoso Guionista de nuestro querido Sinewan) y, tras intentarlo en dos apartamentos, donde les ha faltado enseñarnos el bote de vaselina, hemos encontrado un estudio en Longomooso, una montaña ignota a la que se accede por una carretera de 15 kilómetros por la que sólo cabe un coche y con rampas del 15% de pendiente (menos mal que estaba asfaltada), que hemos alquilado por esta noche: un apartamento de casi 100 metros cuadrados que nos ha hecho olvidar los malos momentos del día... Así que, ahora, sólo recordamos los buenos.
Tenemos demasiada información, y eso no siempre es bueno. Llevamos en la maleta hasta un paracaídas, por si nos hiciera falta, y programamos todo lo que vamos a hacer con una precisión casi quirúrgica. Cualquier día perderemos el instinto que nos permite sobrevivir cuando todo lo demás falla.
La previsión meteorológica que seguimos a diario (la más fiable es wetterzentrale, os lo aseguro) nos informaba que hoy no nos librabamos de la lluvia: hasta 30 litros por metro cuadrado estaba programado que caería en la franja de territorio que hay ente los Dolomitas y el sur del Tirol.
Hemos comenzado el viaje atravesando los Alpes Julianos, por el Parque Natural del Triglav. Fresco, pero soleado, aunque, a medida que nos acercabamos a la frontera de Austria, las nubes con forma de borreguito (el peor augurio meteorológico) llenaban el cielo. Teníamos pensado terminar la etapa en María Luggau, un pueblo alpino tirolés con gran encanto. Así dejaríamos pasar la lluvia programada para la tarde y mañana... ya veríamos, porque la previsión es igual de mala. Al llegar a esta población hemos consensuado seguir, así adelantaríamos kilómetros para el día siguiente y, atendiendo a un comentario de Yolanda, nos hemos puesto el traje de agua.
A los pocos minutos se ha hecho de noche y ha comenzado a llover sin piedad, como sólo lo hace en los Alpes. Los coches levantaban olas al adelantarnos o al cruzarse de frente. Hemos decidido parar en Cortina d' Ampezzo para buscar hotel y refugiarnos.
Pasados 40 kilómetros, desde que ha empezado el diluvio, el cielo ha clareado, hasta el punto de ver los picos recién nevados (a 1.500 metros de altura la térmica era de 11 grados) y nos hemos llenado de optimismo. Ya en las calles de Cortina, atestadas de gente, como siempre (es uno de los motivos por los que no recomiendo a nadie visitar Dolomitas en temporada de vacaciones) hemos vuelto a reunirnos para valorar la situación. El cielo seguía cubierto, pero parecía que las nubes se elevaban. Así que, hemos abierto una nevera, hemos cortado trozos de queso y pan, y a los 10 minutos estábamos otra vez sobre la moto.
¿El karma existe? La ruta elegida atravesaba el collado del Falzarego, donde ya casi no chispeaba, después hemos ascendido hasta el Valparola, al tiempo que los rayos de sol empezaban a secar nuestra ropa y el puerto de Val Gardena nos ha recibido con un escenario de los Dolomitas que casi nos ha hecho llorar de emoción. ¿Ha sido el karma? Porque las previsiones eran espantosas.
Tras nueve horas en la moto para recorrer unos 320 kilómetros por las carreteras más complicadas (tanto como bonitas) de Europa, hemos decidido buscar alojamiento cerca de Bolzano. De nuevo una fuerza superior nos ha favorecido (el famoso Guionista de nuestro querido Sinewan) y, tras intentarlo en dos apartamentos, donde les ha faltado enseñarnos el bote de vaselina, hemos encontrado un estudio en Longomooso, una montaña ignota a la que se accede por una carretera de 15 kilómetros por la que sólo cabe un coche y con rampas del 15% de pendiente (menos mal que estaba asfaltada), que hemos alquilado por esta noche: un apartamento de casi 100 metros cuadrados que nos ha hecho olvidar los malos momentos del día... Así que, ahora, sólo recordamos los buenos.
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#131 Re: Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
Makinones...!!!
La vida es como un rollo de papel higiénico: "cuanto menos queda más rápido va"...
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#132 Re: Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
La leche soisssssss
LA MOTO CURA COSAS QUE LA MEDICINA NO PUEDE
CORCEGA 2012, BRETAÑA 2013, PIRINEOS
ALPES VSTROM CLUB 2017
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- pabloski
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#133 Re: Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
Decimoctava etapa... Ciaoo Italia
Cumpliéndose las peores previsiones ha amanecido lloviendo. Mucho, más de lo que nos hubiera gustado. Sacrificando un paseo por los pueblos de los Alpes italianos de un par de jornadas, hemos decidido coger la autopista en Bolzano para alejarnos de las enormes masas de nubes que tapizaban el cielo y que estaban provocando una lluvia tan intensa como incesante.
La autopista es lo más aburrido que hay para viajar en moto y además, es peligrosa, porque lo único que se puede hacer en una autopista es correr, y correr con la moto es lo más peligroso que se puede hacer con ella.
Nos ha costado más de 50 kilómetros bajar hacia el sur y comprobar como dejábamos las nubes atrás pero, en los más de 500 kilómetros que hemos cubierto hoy, nos ha vuelto a llover en un par de tramos de la carretera. Lo peor ha sido los 7 peajes que hemos tenido que pasar: quitarse los guantes, buscar la tarjeta, meterla en la máquina, recuperar el tiket... ¿De verdad que en el siglo XXI nadie ha inventado nada para no tener que pasar por esta estupidez para pagar unos tramos de carretera?
Con 50 euros menos en el bolsillo, que se han quedado en las taquillas del peaje, y hartos de los camiones y de algunos conductores italianos, hemos llegado hasta la localidad de Susa, en la base del célebre puerto de Sestriere.
Hoy hemos echado de menos los cientos de radares que los días atrás hemos encontrado escondidos a nuestro paso por los pueblos de diferentes localidades: en la "autostrada" está permitido correr.
Quería compartir con vosotros un chisme que he fabricado para poder enchufarme en cualquier país del mundo a la red eléctrica. Se trata de un trozo de cable de 50 centímetros que en un lado tiene dos bananas expansibles (se acoplan incluso a enchufes de patilla plana americanos) y en el otro dos bases de enchufe hembra. Además, llevo dos ladrones triples (bastante pequeños) por lo que puedo conseguir hasta 6 conexiones a partir de cualquier enchufe de pared. Lo he probado por todos los países por los que hemos pasado y ha funcionado las mil maravillas.
Cumpliéndose las peores previsiones ha amanecido lloviendo. Mucho, más de lo que nos hubiera gustado. Sacrificando un paseo por los pueblos de los Alpes italianos de un par de jornadas, hemos decidido coger la autopista en Bolzano para alejarnos de las enormes masas de nubes que tapizaban el cielo y que estaban provocando una lluvia tan intensa como incesante.
La autopista es lo más aburrido que hay para viajar en moto y además, es peligrosa, porque lo único que se puede hacer en una autopista es correr, y correr con la moto es lo más peligroso que se puede hacer con ella.
Nos ha costado más de 50 kilómetros bajar hacia el sur y comprobar como dejábamos las nubes atrás pero, en los más de 500 kilómetros que hemos cubierto hoy, nos ha vuelto a llover en un par de tramos de la carretera. Lo peor ha sido los 7 peajes que hemos tenido que pasar: quitarse los guantes, buscar la tarjeta, meterla en la máquina, recuperar el tiket... ¿De verdad que en el siglo XXI nadie ha inventado nada para no tener que pasar por esta estupidez para pagar unos tramos de carretera?
Con 50 euros menos en el bolsillo, que se han quedado en las taquillas del peaje, y hartos de los camiones y de algunos conductores italianos, hemos llegado hasta la localidad de Susa, en la base del célebre puerto de Sestriere.
Hoy hemos echado de menos los cientos de radares que los días atrás hemos encontrado escondidos a nuestro paso por los pueblos de diferentes localidades: en la "autostrada" está permitido correr.
Quería compartir con vosotros un chisme que he fabricado para poder enchufarme en cualquier país del mundo a la red eléctrica. Se trata de un trozo de cable de 50 centímetros que en un lado tiene dos bananas expansibles (se acoplan incluso a enchufes de patilla plana americanos) y en el otro dos bases de enchufe hembra. Además, llevo dos ladrones triples (bastante pequeños) por lo que puedo conseguir hasta 6 conexiones a partir de cualquier enchufe de pared. Lo he probado por todos los países por los que hemos pasado y ha funcionado las mil maravillas.
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- pabloski
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#134 Re: Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
Décimonovena etapa... Por fin el sol
Al abrir los ojos hemos comprobado que las nubes habían desaparecido; un sol radiante iluminaba el valle de Susa. Pero las copas de los árboles se movían con insistencia y el termómetro marcaba tan sólo 12 grados. Estamos en los Alpes, todo está en su sitio.
Nos hemos abrigado bien y en menos de una hora ya estábamos en la frontera francesa, en el Col de Montgenevre, donde nos hemos hecho las últimas fotos pasando los Alpes, con una vistas espectaculares al frente de los glaciares del macizo de los Ecrins. La primera localidad francesa que hemos atravesado ha sido Briançon, donde ya hemos percibido que los franceses salen todos con el coche a pasear el sábado por la mañana.
Pasada la población de Gap nos hemos desviado hacia el Col de la Cabra, uno de los lugares más pintorescos de los Vercors, unas de las montañas más bellas de los pre-Alpes. Allí hemos comprobado como el viento iba en aumento, siendo bastante molesto. Aún así, en un remanso del río Drome, hemos hecho una parada para almorzar, incómodos por el fuerte viento. El viaje ha continuado hacia Valence, pero, al llegar a las inmediaciones del río Ródano (Rhon), hemos seguido en dirección a Aubenas (Parque Natural del Ardèche), donde pretendíamos dormir. El tráfico ha empezado a ser muy denso, por lo que hemos decidido parar a buscar hotel en la población de Privas, donde hoy hemos terminado la jornada.
Alguno me habéis preguntado si íbamos todos conectados. Llevamos un sistema muy elemental de Bluetooth, los célebres comunicadores BTS2 que sólo permiten conversación entre dos personas pero, configurándolos adecuadamente, se pueden conectar tres equipos a la vez, aunque sólo dos de ellos pueden estar hablando. Cuando el tercero quiere intervenir, pulsa una llamada y los otros dos entran en standby para permitirle el acceso. Es muy importante poder saber en determinados momentos lo que va a hacer una de las otras motos, ya que los movimientos en las ciudades atascadas, las detenciones en medio de la ruta, o los avisos para echar gasolina etc... se hacen con total seguridad.
Al abrir los ojos hemos comprobado que las nubes habían desaparecido; un sol radiante iluminaba el valle de Susa. Pero las copas de los árboles se movían con insistencia y el termómetro marcaba tan sólo 12 grados. Estamos en los Alpes, todo está en su sitio.
Nos hemos abrigado bien y en menos de una hora ya estábamos en la frontera francesa, en el Col de Montgenevre, donde nos hemos hecho las últimas fotos pasando los Alpes, con una vistas espectaculares al frente de los glaciares del macizo de los Ecrins. La primera localidad francesa que hemos atravesado ha sido Briançon, donde ya hemos percibido que los franceses salen todos con el coche a pasear el sábado por la mañana.
Pasada la población de Gap nos hemos desviado hacia el Col de la Cabra, uno de los lugares más pintorescos de los Vercors, unas de las montañas más bellas de los pre-Alpes. Allí hemos comprobado como el viento iba en aumento, siendo bastante molesto. Aún así, en un remanso del río Drome, hemos hecho una parada para almorzar, incómodos por el fuerte viento. El viaje ha continuado hacia Valence, pero, al llegar a las inmediaciones del río Ródano (Rhon), hemos seguido en dirección a Aubenas (Parque Natural del Ardèche), donde pretendíamos dormir. El tráfico ha empezado a ser muy denso, por lo que hemos decidido parar a buscar hotel en la población de Privas, donde hoy hemos terminado la jornada.
Alguno me habéis preguntado si íbamos todos conectados. Llevamos un sistema muy elemental de Bluetooth, los célebres comunicadores BTS2 que sólo permiten conversación entre dos personas pero, configurándolos adecuadamente, se pueden conectar tres equipos a la vez, aunque sólo dos de ellos pueden estar hablando. Cuando el tercero quiere intervenir, pulsa una llamada y los otros dos entran en standby para permitirle el acceso. Es muy importante poder saber en determinados momentos lo que va a hacer una de las otras motos, ya que los movimientos en las ciudades atascadas, las detenciones en medio de la ruta, o los avisos para echar gasolina etc... se hacen con total seguridad.
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#135 Re: Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
Gracias por seguir dejando que "os acompañemos" en el viaje gracias a estas crónicas diarias !!.
Objetivos moteros 2024: X Invernal, Marruecos VStromclub, XXI Nacional, VI Rider, Stromports, Alcañiz, Apeninos y Sicilia, Marruecos ADV, Tarraco1000.
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#136 Re: Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
Nosotros ya lo estamos viviendo en directo, es para vosotros para quien hacemos estas crónicas, muchas gracias por seguirlas, esperamos estar comunicándoos con nitidez lo que estamos haciendo.
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#137 Re: Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
Nitidez? Llevo casi 10 años,leyendo crónicas en el foro,y para mi gusto las tuyas son de las mejores,explicitas sencillas,y claras,con fotografías de calidad,al menos a mi,me da la sensación de estar con vosotros,igual algún día podre escribir una tan buena como las tuyas,aunque yo soy un negado para las crónicas.
Seguid así.
Salud
- pabloski
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#138 Re: Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
Vigésima etapa... Gargantas y barrancos.
La rutina es ese conjunto de acciones y actividades que nos convierten en seres programables y, sobre todo, predecibles. Es la que nos lleva a encadenarnos a esa plácida zona de confort donde nos encontramos fuertes y protegidos. ¡Hay que salir de ella, o no evolucionaremos nunca!
Cada día de la vida cotidiana aprendemos una, dos, tres... cosas nuevas. Nos llegan a través de las modernas redes de comunicación; desde la televisión a Internet, pasando por los métodos más tradicionales, como libros etc.
En uno de estos viajes aprendes muchas cosas nuevas cada día: no hay un solo minuto que pase delante de nosotros en el que no estemos recibiendo imágenes, sonidos, aromas, gestos... que no conocemos y, de manera rápida, los añadimos a nuestra memoria. Pero esta nueva información tiene un precio: frío, viento, calor o cansancio son la penitencia que debemos pagar sobre una moto para gozar de ese estatus pedagógico avanzado. Hemos salido de nuestra zona de confort.
Hemos comenzado a rodar temprano, sobre las 9. La temperatura era agradable y el paisaje inmejorable. Nuestra rutina, por llamarla así, nos obliga a llenar las neveras de la comida que tomamos a diario. Somos cuatro adultos, con buen apetito, y si hacemos las tres comidas diarias por nuestros propios medios necesitamos llenar las cuatro neveras que llevamos al máximo, con frutas, hortalizas, yogures, queso... La rutina es la misma, pero cambia radicalmente la manera de hacerlo: hipermercados, tiendas de pueblo, vendedores callejeros... Dependiendo del país donde nos encontremos hay que lograr alimentos con los que podamos organizar una dieta medianamente digna, y eso nos lleva un buen tiempo cada jornada. Hoy, antes de meternos en las increíbles gargantas del río Vis, hemos parado en un hiper de Alés para hacer acopio de comida. Enseguida nos hemos metido en uno de los itinerarios moteros más bonitos de Francia: entre las localidades de Ganges y Saint-Maurice-Navacelles, se recorren, por la carretera D25, las espectaculares gargantas del Vis. En esta ruta hemos parado a mitad del itinerario, junto a unas cascadas, para dar buena cuenta de lo que había dentro de las neveras. Después nos hemos dirigido hasta la población de Lodeve (carretera D908) para continuar por las gargantas del Orb, negociando unas de las mejores curvas de las carreteras de toda Europa: no podéis imaginar la infinidad de motos que recorten este itinerario.
Un alto en el camino para disfrutar de uno de los paisajes que hemos atravesado.
Cuando ha empezado a caer la tarde hemos consultado alojamientos en Internet, y se ha terminado la jornada en un vetusto hotel de la localidad de Saint Pons de Thomieres, desde donde mañana nos dirigirnos a cruzar el Pirineo.
El final de este viaje está cerca.
La rutina es ese conjunto de acciones y actividades que nos convierten en seres programables y, sobre todo, predecibles. Es la que nos lleva a encadenarnos a esa plácida zona de confort donde nos encontramos fuertes y protegidos. ¡Hay que salir de ella, o no evolucionaremos nunca!
Cada día de la vida cotidiana aprendemos una, dos, tres... cosas nuevas. Nos llegan a través de las modernas redes de comunicación; desde la televisión a Internet, pasando por los métodos más tradicionales, como libros etc.
En uno de estos viajes aprendes muchas cosas nuevas cada día: no hay un solo minuto que pase delante de nosotros en el que no estemos recibiendo imágenes, sonidos, aromas, gestos... que no conocemos y, de manera rápida, los añadimos a nuestra memoria. Pero esta nueva información tiene un precio: frío, viento, calor o cansancio son la penitencia que debemos pagar sobre una moto para gozar de ese estatus pedagógico avanzado. Hemos salido de nuestra zona de confort.
Hemos comenzado a rodar temprano, sobre las 9. La temperatura era agradable y el paisaje inmejorable. Nuestra rutina, por llamarla así, nos obliga a llenar las neveras de la comida que tomamos a diario. Somos cuatro adultos, con buen apetito, y si hacemos las tres comidas diarias por nuestros propios medios necesitamos llenar las cuatro neveras que llevamos al máximo, con frutas, hortalizas, yogures, queso... La rutina es la misma, pero cambia radicalmente la manera de hacerlo: hipermercados, tiendas de pueblo, vendedores callejeros... Dependiendo del país donde nos encontremos hay que lograr alimentos con los que podamos organizar una dieta medianamente digna, y eso nos lleva un buen tiempo cada jornada. Hoy, antes de meternos en las increíbles gargantas del río Vis, hemos parado en un hiper de Alés para hacer acopio de comida. Enseguida nos hemos metido en uno de los itinerarios moteros más bonitos de Francia: entre las localidades de Ganges y Saint-Maurice-Navacelles, se recorren, por la carretera D25, las espectaculares gargantas del Vis. En esta ruta hemos parado a mitad del itinerario, junto a unas cascadas, para dar buena cuenta de lo que había dentro de las neveras. Después nos hemos dirigido hasta la población de Lodeve (carretera D908) para continuar por las gargantas del Orb, negociando unas de las mejores curvas de las carreteras de toda Europa: no podéis imaginar la infinidad de motos que recorten este itinerario.
Un alto en el camino para disfrutar de uno de los paisajes que hemos atravesado.
Cuando ha empezado a caer la tarde hemos consultado alojamientos en Internet, y se ha terminado la jornada en un vetusto hotel de la localidad de Saint Pons de Thomieres, desde donde mañana nos dirigirnos a cruzar el Pirineo.
El final de este viaje está cerca.
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Última edición por pabloski el 02 Sep 2018 23:19, editado 1 vez en total.
- pabloski
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#139 Re: Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
Me inspiro en otros muchos viajeros del Foro que han contado desde hace años sus aventuras, cada uno tenemos nuestro estilo y lo hacemos como podemos o sabemos. Lo mío, como ya he contado alguna vez en este espacio, tiene poco mérito: durante más de 30 años me han pagado por escribir, quizá el único detalle plausible es que escribo desde el teléfono móvil, algo poco inspirador para hacer largos párrafos.rabasadas escribió: ↑02 Sep 2018 19:04 Nitidez? Llevo casi 10 años,leyendo crónicas en el foro,y para mi gusto las tuyas son de las mejores,explicitas sencillas,y claras,con fotografías de calidad,al menos a mi,me da la sensación de estar con vosotros,igual algún día podre escribir una tan buena como las tuyas,aunque yo soy un negado para las crónicas.
Seguid así.
Gracias por tus ánimos Carles.
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#140 Re: Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
como escribes Pablo !!! en pocas palabras y con algunas fotos ya esta todo dicho, eres un fenomeno, sigo con mucho interes tu cronica. Solo queria pedirte un favor, dile a Chichu que una de las cosas que mas me està gustando en las fotos, son las peazos camisetas de "Pantanos" que està enseñando por toda Europa, y eso el sabe que a los extremeños nos gusta . ..jajaja, un abrazo y buena ruta
soy ¡¡¡¡ BUENA GENTE !!!! seguro
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#141 Re: Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
...Ya te digo!!!
La vida es como un rollo de papel higiénico: "cuanto menos queda más rápido va"...
- pabloski
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#142 Re: Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
Vigesimoprimera etapa... Los Pirineos y los amigos.
A lo largo de la vida establecemos lazos con personas de nuestra misma idiosincrasia, con ellos construimos nuestra otra familia, con la que apenas tenemos obligaciones y, sin embargo, los tenemos presentes en muchos momentos concurrentes en nuestras aficiones, actividades y, como no, viajes.
El mundo de la moto crea mucha empatía, no es difícil encontrar muy buenos amigos en las actividades que realizamos con nuestra máquina de dos ruedas, de manera especial cuando viajamos.
Éste viaje lo empezamos con Chichu y Yola; nos conocimos en la moto, enseguida conectamos al máximo nivel y durante el último año hemos estado desarrollando el proyecto que ha dado como fruto este viaje. En los 6.000 kilómetros que llevamos recorridos han surgido muchos momentos increíbles de felicidad, emoción, alegría, pero también hemos sufrido condiciones climáticas extremas, días de mucho cansancio, errores cotidianos en las rutinas más elementales... Rodamos, comemos, dormimos... juntos, y cada uno tenemos nuestro carácter, filias y fobias, y a nuestras edades eso no se cambia de manera sencilla. Sólo con la amistad que nos une, se puede justificar que no hayamos tenido en estos días de convivencia tan estrecha ni un solo momento de desacuerdo o confrontación.
Y terminamos el viaje en Andorra, donde Jaume, Mammut en el Foro, nos ha recibido con un abrazo, tan emotivo como sincero. Otro amigo motero, con el que paso muchos buenos momentos al año hablando de lo humano y lo divino y, cómo no, de motos.
Pero todavía hay más: por unas 8 horas de diferencia, no hemos coincidido en Limoux con el Correcaminos y la Coyote. Rodolfo, que nos ha ido siguiendo en el mapa a cada minuto de este viaje, quería haber coincidido con nosotros en esta etapa, pero las obligaciones laborales han impedido que hoy pudiéramos haber dormido con ellos: dentro de pocas horas me tengo que incorporar a mi trabajo. Ellos también han decidido rodar con su "Ternera" estos días por el Pirineo. Gracias: Rodolfo, Inma, os debemos una cenita por estas tierras.
Hemos salido del hotel más tarde de lo habitual, creo que el cansancio se va acumulando y cada día cuesta más arrancar. ¿O será que ya nos hemos acomodado a esta vida de outlander?
Raquel ha escudriñado en los mapas la mejor ruta para llegar a Andorra, que nos ha permitido disfrutar de algunas carreteras insólitas del País Cátaro. El objetivo era llegar hasta Ax les Thermes desde el Col de Pailheres. Es un puerto de los menos conocidos de los Pirineos pero, para mi (opinión totalmente subjetiva), es el puerto más bonito y exigente de esta cadena montañosa y quería que Raquel, Chichu y Yola lo conocieran. Yo lo he subido en bici unas cuantas veces y en moto otra media docena y cada vez me gusta más, de manera especial la vertiente de Mijanes. En las ingeniosas «tornanti» de este collado hemos hecho mil fotos, vídeos, contemplado el paisaje en los tramos más panorámicos y, al llegar a la cima, hacia tan buen tiempo, que hemos montado la mesa y las sillas en la misma cumbre donde hemos estado cerca de dos horas comiendo y disfrutando de uno de los mejores paisajes de los Pirineos. Llegar a Andorra no ha tenido mayor compilación que subir el puerto más alto de los Pirineos (Envalira) y zafarnos de una tormenta que a punto ha estado de amargarnos la jornada.
Ahora estamos disfrutando de los cuidados de nuestro anfitrión. Gracias por tu amistad Jaume.
A lo largo de la vida establecemos lazos con personas de nuestra misma idiosincrasia, con ellos construimos nuestra otra familia, con la que apenas tenemos obligaciones y, sin embargo, los tenemos presentes en muchos momentos concurrentes en nuestras aficiones, actividades y, como no, viajes.
El mundo de la moto crea mucha empatía, no es difícil encontrar muy buenos amigos en las actividades que realizamos con nuestra máquina de dos ruedas, de manera especial cuando viajamos.
Éste viaje lo empezamos con Chichu y Yola; nos conocimos en la moto, enseguida conectamos al máximo nivel y durante el último año hemos estado desarrollando el proyecto que ha dado como fruto este viaje. En los 6.000 kilómetros que llevamos recorridos han surgido muchos momentos increíbles de felicidad, emoción, alegría, pero también hemos sufrido condiciones climáticas extremas, días de mucho cansancio, errores cotidianos en las rutinas más elementales... Rodamos, comemos, dormimos... juntos, y cada uno tenemos nuestro carácter, filias y fobias, y a nuestras edades eso no se cambia de manera sencilla. Sólo con la amistad que nos une, se puede justificar que no hayamos tenido en estos días de convivencia tan estrecha ni un solo momento de desacuerdo o confrontación.
Y terminamos el viaje en Andorra, donde Jaume, Mammut en el Foro, nos ha recibido con un abrazo, tan emotivo como sincero. Otro amigo motero, con el que paso muchos buenos momentos al año hablando de lo humano y lo divino y, cómo no, de motos.
Pero todavía hay más: por unas 8 horas de diferencia, no hemos coincidido en Limoux con el Correcaminos y la Coyote. Rodolfo, que nos ha ido siguiendo en el mapa a cada minuto de este viaje, quería haber coincidido con nosotros en esta etapa, pero las obligaciones laborales han impedido que hoy pudiéramos haber dormido con ellos: dentro de pocas horas me tengo que incorporar a mi trabajo. Ellos también han decidido rodar con su "Ternera" estos días por el Pirineo. Gracias: Rodolfo, Inma, os debemos una cenita por estas tierras.
Hemos salido del hotel más tarde de lo habitual, creo que el cansancio se va acumulando y cada día cuesta más arrancar. ¿O será que ya nos hemos acomodado a esta vida de outlander?
Raquel ha escudriñado en los mapas la mejor ruta para llegar a Andorra, que nos ha permitido disfrutar de algunas carreteras insólitas del País Cátaro. El objetivo era llegar hasta Ax les Thermes desde el Col de Pailheres. Es un puerto de los menos conocidos de los Pirineos pero, para mi (opinión totalmente subjetiva), es el puerto más bonito y exigente de esta cadena montañosa y quería que Raquel, Chichu y Yola lo conocieran. Yo lo he subido en bici unas cuantas veces y en moto otra media docena y cada vez me gusta más, de manera especial la vertiente de Mijanes. En las ingeniosas «tornanti» de este collado hemos hecho mil fotos, vídeos, contemplado el paisaje en los tramos más panorámicos y, al llegar a la cima, hacia tan buen tiempo, que hemos montado la mesa y las sillas en la misma cumbre donde hemos estado cerca de dos horas comiendo y disfrutando de uno de los mejores paisajes de los Pirineos. Llegar a Andorra no ha tenido mayor compilación que subir el puerto más alto de los Pirineos (Envalira) y zafarnos de una tormenta que a punto ha estado de amargarnos la jornada.
Ahora estamos disfrutando de los cuidados de nuestro anfitrión. Gracias por tu amistad Jaume.
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Última edición por pabloski el 03 Sep 2018 23:33, editado 2 veces en total.
- pumuki
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#143 Re: Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
Que bien...
La semana pasada no os pude seguir. Obligaciones mandan. Menos mal que queda todo escrito.
Gracias por tenernos con los ojos abiertos y deseando, por que no, poder hacer un viaje así algún día.
La semana pasada no os pude seguir. Obligaciones mandan. Menos mal que queda todo escrito.
Gracias por tenernos con los ojos abiertos y deseando, por que no, poder hacer un viaje así algún día.
Estaremos por...
Casa.
Vale.., ya nos dejan salir...
Ahora con cuidado.
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#144 Re: Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
Uffffff
Que bueno.... aqui disfrutando de vuedtro viaje
Qur pena que ya se va acabando ainsssss
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- OMILUISO
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#145 Re: Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
que peazo de viaje y cronica....
Pablo si lees ésto antes de abandonar Andorra, dale un fuerte abrazo a Jaume de mi parte ,,, vino hace algunos años a tierras extremeñas ( Pantanos ) le tengo mucho aprecio.... y otro fuerte abrazo para vosotros .
Pablo si lees ésto antes de abandonar Andorra, dale un fuerte abrazo a Jaume de mi parte ,,, vino hace algunos años a tierras extremeñas ( Pantanos ) le tengo mucho aprecio.... y otro fuerte abrazo para vosotros .
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#146 Re: Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
Saludado queda, estamos con él ahora.
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#147 Re: Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
jod*r macho, estoy más enganchao que un rucho a estas crónicas. Cuando lleguéis a casa no se que será de vuestros seguidores. Enhorabuena por este viajes y sus crónicas.
usa tu cabeza para salvar tú casco
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#148 Re: Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
Saludos recibidos, amigo.
Yo también me acuerdo de Pantanos. Buenos recuerdos.
Un abrazo.
No importa la marca de tu moto. El viento es igual para todos.
- pabloski
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#149 Re: Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
Vigesimoprimera etapa... Donde todo empezó
Entre viajar y desplazarse hay una sutil diferencia. Algunas personas se marcan un destino, y sacrifican todo lo que podría suceder en el itinerario para conseguir su objetivo, con tal de llegar a toda costa. Otra manera de hacerlo es recorrer cada kilómetro, desde el primero, dándole contenido al periplo que pretendemos realizar. Puedes organizar un viaje para ir al Stelvio, entrando en la autopista de la Junquera y 1.500 kilómetros después disfrutar de los 43 "tornati" como final de tu sueño. O, por el contrario, puedes marcar un itinerario que atraviese varios puntos de interés e ir descubriendo cada uno de ellos, a medida que avanzas durante varias jornadas, hasta llegar a la localidad de Bormio.
Las dos maneras son válidas, cada uno decide, con el tiempo del que dispone y su concepción de la moto, como quiere completar el recorrido deseado. Yo me quedo con el segundo método: viajar desde el primer minuto, descubriendo todo lo que vayamos encontrando en nuestro camino.
Lo mejor de nuestra etapa en Andorra fue la cena que compartieron Jaume y Mercè con nosotros. Se nos pasaron las horas como si fueran minutos, charlando de viajes, de las motos y de tantas cosas que la mayoría de los que disfrutamos enroscando el puño derecho tenemos en común. La noche fue movidita: de las lluvias que sufrimos levemente por la tarde, pasaron a una gran tormenta que, si cabe, todavía hizo que la montaña andorrana pareciese más grande. Menudo festival de rayos y truenos tuvimos hasta bien entrada la madrugada. A las 8 de la mañana el cielo estaba totalmente despejado. Como las previsiones meteorológicas de Andorra apuntaban más lluvia durante el día, hemos preparado el equipaje rápido y, tras un desayuno agradable con Mammut, hemos comenzado el viaje. Una vez pasada la frontera española hemos decidido salir de la carretera general, en la población de Coll de Nargó, para llegar hasta Isona y Tremp, atravesando el collado de Bóixols.
Cómo no teníamos ninguna prisa y seguimos con las mismas ganas de tomar curvas que el primer día, hemos continuado hasta Pont de Montañana, atravesando el Coll de Montllobar.
Las tripas ya rugían, al tiempo que pasábamos junto a la población de Barbastro, por lo que hemos decidido pararnos a comer en esta pintoresca villa, capital del Somontano.
Para hacer apenas 180 kilómetros ya habíamos empleado 6 horas. Lo lógico hubiera sido coger la moderna autovía de Lérida-Huesca y después continuar hasta Zaragoza y Madrid por sendas autovías... pero nuestro viaje sigue, y hay muchas cosas interesantes por descubrir... aunque sólo nos queden 300 kilómetros para finalizar nuestro sueño. Desde Barbastro hemos continuado por la carretera de Sariñena, con la idea de atravesar los Monegros y, tras cruzar la sierra de Alcubierre, dormir en el Santuario de Nuestra Señora de Magallón, en un altozano de Leciñena. Al llegar a este aposento hemos comprobado que estaba cerrado. El plan B ha sido regresar al hostal Javier, de Alfajarín, donde pasamos la primera noche de este largo viaje. El propietario, también enamorado de las motos, nos ha recibido con un abrazo, interesándose por todos los detalles de nuestro viaje. A los sitios donde nos tratan bien, nos gusta volver.
Mañana recorreremos nuestras últimas curvas, seguro que volveremos a hacer muchos kilómetros juntos en el futuro, pero os podemos asegurar que en la última etapa no nos «desplazaremos» por la autovía que lleva desde Zaragoza hasta Madrid: continuaremos de viaje hasta el último kilómetro.
Entre viajar y desplazarse hay una sutil diferencia. Algunas personas se marcan un destino, y sacrifican todo lo que podría suceder en el itinerario para conseguir su objetivo, con tal de llegar a toda costa. Otra manera de hacerlo es recorrer cada kilómetro, desde el primero, dándole contenido al periplo que pretendemos realizar. Puedes organizar un viaje para ir al Stelvio, entrando en la autopista de la Junquera y 1.500 kilómetros después disfrutar de los 43 "tornati" como final de tu sueño. O, por el contrario, puedes marcar un itinerario que atraviese varios puntos de interés e ir descubriendo cada uno de ellos, a medida que avanzas durante varias jornadas, hasta llegar a la localidad de Bormio.
Las dos maneras son válidas, cada uno decide, con el tiempo del que dispone y su concepción de la moto, como quiere completar el recorrido deseado. Yo me quedo con el segundo método: viajar desde el primer minuto, descubriendo todo lo que vayamos encontrando en nuestro camino.
Lo mejor de nuestra etapa en Andorra fue la cena que compartieron Jaume y Mercè con nosotros. Se nos pasaron las horas como si fueran minutos, charlando de viajes, de las motos y de tantas cosas que la mayoría de los que disfrutamos enroscando el puño derecho tenemos en común. La noche fue movidita: de las lluvias que sufrimos levemente por la tarde, pasaron a una gran tormenta que, si cabe, todavía hizo que la montaña andorrana pareciese más grande. Menudo festival de rayos y truenos tuvimos hasta bien entrada la madrugada. A las 8 de la mañana el cielo estaba totalmente despejado. Como las previsiones meteorológicas de Andorra apuntaban más lluvia durante el día, hemos preparado el equipaje rápido y, tras un desayuno agradable con Mammut, hemos comenzado el viaje. Una vez pasada la frontera española hemos decidido salir de la carretera general, en la población de Coll de Nargó, para llegar hasta Isona y Tremp, atravesando el collado de Bóixols.
Cómo no teníamos ninguna prisa y seguimos con las mismas ganas de tomar curvas que el primer día, hemos continuado hasta Pont de Montañana, atravesando el Coll de Montllobar.
Las tripas ya rugían, al tiempo que pasábamos junto a la población de Barbastro, por lo que hemos decidido pararnos a comer en esta pintoresca villa, capital del Somontano.
Para hacer apenas 180 kilómetros ya habíamos empleado 6 horas. Lo lógico hubiera sido coger la moderna autovía de Lérida-Huesca y después continuar hasta Zaragoza y Madrid por sendas autovías... pero nuestro viaje sigue, y hay muchas cosas interesantes por descubrir... aunque sólo nos queden 300 kilómetros para finalizar nuestro sueño. Desde Barbastro hemos continuado por la carretera de Sariñena, con la idea de atravesar los Monegros y, tras cruzar la sierra de Alcubierre, dormir en el Santuario de Nuestra Señora de Magallón, en un altozano de Leciñena. Al llegar a este aposento hemos comprobado que estaba cerrado. El plan B ha sido regresar al hostal Javier, de Alfajarín, donde pasamos la primera noche de este largo viaje. El propietario, también enamorado de las motos, nos ha recibido con un abrazo, interesándose por todos los detalles de nuestro viaje. A los sitios donde nos tratan bien, nos gusta volver.
Mañana recorreremos nuestras últimas curvas, seguro que volveremos a hacer muchos kilómetros juntos en el futuro, pero os podemos asegurar que en la última etapa no nos «desplazaremos» por la autovía que lleva desde Zaragoza hasta Madrid: continuaremos de viaje hasta el último kilómetro.
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#150 Re: Nos vamos de viaje: montaña de Grecia, Macedonia, Albania, Montenegro…
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