Fue todo casi sin planear, el jueves decidimos dar una vuelta y está se convirtió en 600 kilómetros, y seguimos la recomendación y comimos en castell de ferro.
Eso sí a la vuelta todo un clásico!!!

Por cierto, esta de muerte... llevábamos ya más de un año sin probarlas, se me cayeron hasta las lágrimas!!!!
Un saludo