#1 Cómo comprobar el estado de una bujía
Publicado: 15 Dic 2025 20:59
Un tema bastante controvertido es el del cambio "aconsejado" por los fabricantes de nuestras motos de las bujías, que, por lógica, siempre tenderán a la prudencia, pudiendo adelantar en unos miles de kilómetros el que sería el reemplazo obligatorio por deterioro del componente.
Vaya por delante que yo soy partidario de hacer caso al fabricante: no me considero tan ilustrado como para rebatir lo que un equipo de ingenieros han certificado, máxime cuando la garantía depende de ello.
Y luego están las teorías "cuñadescas" y las de los que piensan que por llevar tantos o cuantos años en esto de las motos saben más que quienes han desarrollado el motor de su moto.
Pero lo más sensato es utilizar un método científico para rebatir o corroborar los datos de la discordia. Sí, es cierto que podemos comprobar nosotros mismos cuál es el estado de "salud" de nuestras bujías, aunque para ello sea necesario desmontarlas.
"Pues yo las he sacado y tenían muy buen aspecto, las he limpiado y las he vuelto a montar". Esta frase suele ir acompañada de la muletilla "a mi los listos de los servicios oficiales no me engañan".
Vamos a ver: con la revisión visual de una bujía, lo único que se puede comprobar es la calidad de la combustión y si hay paso de aceite a la cámara de la culata. Los modernos electrodos de aleaciones de níquel, iridio o platino sufren muy poco desgaste, y es fácil que un motor con 40 o 50.000 kilómetros nos ofrezca unas bujías con el material del electrodo casi intacto.
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La calidad de la chispa, en la parte que le corresponde a la bujía, dependerá del buen estado del electrodo que, a todos los efectos, es un elemento conductor de electricidad: entre 12.000 y 45.000 voltios (dependiendo de cada tipo de motor) es la tensión que atraviesa el electrodo con cada vuelta del motor. Y esa tensión tan elevada va degradando, de manera paulatina, los materiales conductores de los que está fabricado ese electrodo. Salvo que ocurra una catástrofe poco habitual, visualmente no veremos ninguna alteración en un electrodo que pueda estar conduciendo mal la electricidad a la bujía. Sólo hay un método a nuestro alcance: comprobar la impedancia existente entre la borna y la punta del electrodo central.
Os dejo un vídeo, procedente de un canal bastante tecnológico, para que veáis lo sencillo que es: con un polímetro de menos de 40 euros podrás hacer tú mismo la prueba.
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ACCEDE AL VÍDEO DESDE ESTE ENLACE
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Vaya por delante que yo soy partidario de hacer caso al fabricante: no me considero tan ilustrado como para rebatir lo que un equipo de ingenieros han certificado, máxime cuando la garantía depende de ello.
Y luego están las teorías "cuñadescas" y las de los que piensan que por llevar tantos o cuantos años en esto de las motos saben más que quienes han desarrollado el motor de su moto.
Pero lo más sensato es utilizar un método científico para rebatir o corroborar los datos de la discordia. Sí, es cierto que podemos comprobar nosotros mismos cuál es el estado de "salud" de nuestras bujías, aunque para ello sea necesario desmontarlas.
"Pues yo las he sacado y tenían muy buen aspecto, las he limpiado y las he vuelto a montar". Esta frase suele ir acompañada de la muletilla "a mi los listos de los servicios oficiales no me engañan".
Vamos a ver: con la revisión visual de una bujía, lo único que se puede comprobar es la calidad de la combustión y si hay paso de aceite a la cámara de la culata. Los modernos electrodos de aleaciones de níquel, iridio o platino sufren muy poco desgaste, y es fácil que un motor con 40 o 50.000 kilómetros nos ofrezca unas bujías con el material del electrodo casi intacto.
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La calidad de la chispa, en la parte que le corresponde a la bujía, dependerá del buen estado del electrodo que, a todos los efectos, es un elemento conductor de electricidad: entre 12.000 y 45.000 voltios (dependiendo de cada tipo de motor) es la tensión que atraviesa el electrodo con cada vuelta del motor. Y esa tensión tan elevada va degradando, de manera paulatina, los materiales conductores de los que está fabricado ese electrodo. Salvo que ocurra una catástrofe poco habitual, visualmente no veremos ninguna alteración en un electrodo que pueda estar conduciendo mal la electricidad a la bujía. Sólo hay un método a nuestro alcance: comprobar la impedancia existente entre la borna y la punta del electrodo central.
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