Ese tipo de salidas las he vivido en primera persona hace ya algunos años, pero tampoco muchos. Éramos un grupo bastante numeroso, todos con RR y sobre todo buen rollo. En nuestras salidas sólo se hablaba de motos, ni fútbol, ni política, ni toros, ni nada que provocara discusiones inútiles, sólo motos. Y no porque estuviera escrito en ningún sitio que no se podía hablar de otra cosa, es que simplemente no nos interesaba lo demás.
He de decir que no íbamos precisamente despacio, con las leyes actuales probablemente nos caerían varios años de prisión. Ahora con los años no sería capaz de ir a aquél ritmo, pero a pesar de ello NUNCA íbamos a pegarnos hachazos, no echábamos carreras, íbamos todos al mismo ritmo y aflojábamos cuando el tráfico o las condiciones de la carretera lo requerían, sin saltarnos un stop, un ceda ni una línea continua. Éramos colegas, no teníamos que demostrarnos nada y nunca hacíamos ninguna maniobra que pudiera suponer un riesgo para nosotros ni para otros compañeros. Alguna vez que se apuntaba algún desconocido con ganas de competir, el grupo entero le reprendía al mismo tiempo. Una de las cosas que más me gustaba era ponerme el último y ver cómo delante de mí 10, 15 ó 20 motos de diferentes marcas, colores y años trazaban las curvas todos por el mismo sitio, a la misma velocidad y con la misma separación, como si del sacacorchos de Laguna Seca se tratara.
Otra de las cosas que me llamaba la atención era la transmisión gratuita y altruista del conocimiento, cuando llegaba alguno al grupo con menos habilidad, rápidamente se le iban dando consejos para mejorar o para ir más seguro y siempre había alguien dispuesto a llevarle a su rueda hasta que en poco tiempo cogía el ritmo del grupo.
En fin, qué tiempos, aunque los recuerdo con cariño no creo que ahora pudiera volver a ellos.
