Pues eso, que este agosto le pedí a mi artillera un día libre para mí sólo. Dejarla todo el día sola con dos demonietes uno de 5 años y 2 meses el otro me rompía el corazón, pero necesitaba un día para mí y mi VStrom.

Me lo concedió sin reservas, con la promesa de que no corriera mucho y que volviera pronto a casa.
Las opciones eran muchas, pero con poco tiempo me decanté por una visita relámpago al país vecino. Un lugar que había visitado, relativamente cerca y que me gustó mucho es Carcasona. Con su Ciudad Vieja amurallada te transporta a otros tiempos. Además al ya conocerlo, no tenía necesidad de hacer ninguna parada larga y es que el día no daba para más. Eso sí, intentaría coger carreteras de tercer y cuarto orden.
Como siempre me dormí :oops: y salí “puntualmente” de casita a las 08:00h. A los pocos minutos me di cuenta de mi primer descuido: no había cogido las gafas de sol, durante el día tendría ocasión de acordarme de mi corta memoria. Pero no era lo único que me había dejado…
:-3 El día pintaba muy bien, sol radiante pero sin ser excesivamente caluroso. Y sobre todo, nada de viento, odio conducir con viento.
Enfilé la antigua N-152 dirección Ripoll, el escaso tráfico me permitía ir como a mí me gusta, sin coches que te molesten y sobre todo sin molestar con mi andar turístico. Sin novedad fui pasando pueblos, St.Joan de les Abadesses con su puente, St.Pau de Segúries y dirección Camprodon cogí la C38 dirección Coll d’Ares. Por allí, con la altitud y lo temprano del día comencé a notar algo de fresco. Realmente no hacía mucho frío, pero acostumbrado a estos calores estivales la sensación de frío era nueva para mí. Hice la primera parada en lo alto del Coll d’Ares en la frontera franco-española.

Allí me encontré un pequeño tractor con un coche de apoyo que iba recortando los márgenes de hierba que crecía en los márgenes de la carretera. “Vaya, igualito que aquí, estos sí que cuidan sus carreteras”, pensé. Durante muchas etapas de la salida me acordé de este pensamiento inicial. Bbrrrr!!! :evil: :evil:
En la breve parada para sacar un par de fotos, aspiré profundamente y olí a monte húmedo, aire fresco y a otra cosa: Bolets! (Setas!). No, hombre no, Toni, es tu subconsciente que te engaña. Pero, nanay, vi. un señor ya mayor que iba ascendiendo la ladera del monte con un cesto en el brazo. Je, je, mi instinto de cazador de setas no me fallaba. Y es que cuando me imagino todos esos suculentos hongos en sus diferentes formas de preparación y acompañamiento: tierna ternera con robellones, huevos revueltos con rosiñoles de pino, brumosas, fredolics, escarlets, huevos de rey, pies de rata, etc., etc. (Imaginaos la cara de Hommer babeando…)
Por cierto, no sé si os he dicho que casi me gusta más comerlos que ir a buscarlos. Y es que aquí en Catalunya es el deporte rey, con perdón del fútbol.
Pero a lo que íbamos, bajé con mucha moderación el Coll d’Arles. Quería hacer alguna foto con la V y un caballo que dejan pastar al lado de la carretera, pero en esta ocasión no vi apenas y no iba bien parar.
Llegué a Prats de Motlló, un par de fotos para certificar el paso y arreando que es gerundio.

Aquí comenzaba la “entrecomillas” aventura ”entrecomillas”, al ir a consultar el mapa, veo que por error he cogido otro en escala 1:500.000 completito pero de España y Portugal, con lo que las carreteras de Francia no constaban. Sólo los principales focos de población y las carreteras más principales. En fin, no era cuestión de arrugarse y ya se sabe: Preguntando se va a Roma. Esto me recuerda a un viejo chiste, en que dos amigos se encuentran después de un largo tiempo y uno le dice al otro al verlo demacrado, ojeroso, vestido con harapos y descalzo:
- Qué pasa, neng, que hace tiempo que no te veo.
- Pues ya ves, que fui a la ciudad a hacer un recado y me perdí.
- Pero, hombre! No sabes que preguntando se va a Roma?
- Y de dónde te crees que vengo?

En fin, para echarse a llorar de risa.

También pude ver a pie de carretera algún estadio de rugby, deporte muy extendido y popular en el sur de Francia.
Lo que más me chocó fueron, cómo no, la gran cantidad de rotondas. (En España nos estamos poniendo a la par). Y los atascos que se formaban al atravesar la carretera varios pueblos de dos edificios, pasando a ser de un solo carril.
Seguí hasta Ceret, pero al no disponer de PDA, Tomtom’s ni un miserable mapa :-3 , me pasé de frenada y llegué hasta Le Boulou con un cruce de autopistas. Como no quería meterme en carreteras principales, con la ayuda de un mapa de estos de Información y Turismo, vi que en un pueblo que había pasado hacía poco, St.Jean Pla de Corts había una carretera que iba hacia Thuirs, en la dirección correcta.
Pues venga, carretera y manta .-1 , cogí la D13 y para arriba. A los 100 mts ya dudaba si era la carretera buena, pues era estrecha y ratonera, más parecía un camino vecinal. Pero al ver los indicadores de D13 para arriba. Por suerte, no había ni un alma y no tuve ningún susto con aquellas curvas tan ciegas. Paisaje lleno de viñedos, gente recogiendo la uva, una estampa muy bucólica. Seguí hasta Estagel y allí empalmé la D117.
La D117 es una especie de nacional nuestra, pero con la salvedad que en algún pueblo se hacía un cuello de botella, al tener que ceder alternativamente el paso a los vehículos que venían de frente. Por todas partes, carteles anunciando que ya estamos en el País de los Cátaros, plagado de castillos y leyendas. Para venir con mucho más tiempo y explorarlo a fondo. En fin… en otra ocasión será.
Volviendo a lo nuestro, en las largas rectas no me atrevía a pasar de 120 y con mucho cuidadín, la Gendarmería brillaba por su ausencia, pero nunca se sabe y de vacaciones y en país extranjero no era cuestión de jugársela. Fui bastante tiempo detrás de un camión rojo de 3 ejes con remolque que por lo rápido que iba no era la primera vez que hacía la carretera, pero yo a mi ritmo, dejando adelantar a los turismos con prisa y adelantando cuando podía y lo veía muy pero que muy claro. :oops:
Las poblaciones se iban sucediendo, hasta llegar a St.Paul de Fenouillet dirección Quillan. Allí el paisaje y la carretera cambió por completo, carretera diseñada en zig-zag, aprovechando el dibujo que con los años había esculpido el río que transcurría a la derecha del asfalto. Abajo, gente haciendo rafting. Por los gritos que se oían con la visera abierta, se lo estaban pasando bomba. Unos coches más adelante, vi un autocar destartalado sin cristales en las ventanas y con un extraño remolque enganchado. "Ah claro! Es para recoger los turistas y el remolque para las zodiac” pensé. De todas maneras, en aquella carretera estrecha y revirada, conducir aquel cacharro tenía su intríngulis. Una vez el autocar aparcó en un descampado al lado de la carretera ya preparado para tal uso vi por el retrovisor el faro de una moto. Aunque veía complicado adelantar, le cedí el paso para que me rebasara y si quería probar, pues allá él. Me agradeció el gesto con la cabeza y vi por la melena, que no era él, que era ella. Manejaba con soltura su Bandit pero tampoco se jugó el tipo para adelantar en aquellas condiciones.
Al llegar a la población de Quillan, paramos juntos en un semáforo. Nos saludamos con un gesto y cada uno por su lado. :wa)
Continuará...
Salut! :ch) :ch)