Llevo algunos años en esto de la moto (ando en la cuarentena), aunque no es que tenga muchos kilómetros a mis espaldas, sinceramente. Empecé en Barcelona, cuando por necesidades de desplazamiento trabajo-gimnasio me compré un scooter 125. La verdad es que era muy práctico y divertido, cuando hacíamos un grupito de vuelta a casa a la salida del gimnasio.
A estas alturas ya no recuerdo por qué ni como, pero me saqué el A por mi cuenta y del tirón (increíble lo que se montó hoy día). Unos meses más tarde, curioseando en tiendas de Barna, una preciosidad tricolor me llamó y no pude más que acercarme al comercial y decirle que me quedaba con la CBR600F. Aquello fue un flechazo. Me valoraron estupendamente el scooter y me entregaron al día siguiente, por lo que aún me parece una ganga, lo que fue la moto de mi vida. Me dijeron: Toma esta bolsa, son los "topes". El anterior dueño no los llegó a montar, le hizo solo el rodaje y vio que no le encajaba la moto.

Ya me veis a mi, en la acera con pose de interesante revisando la moto, esperando que cerraran la tienda para que no vieran el tremendo ridículo que podía hacer, ya que era mi primer moto. Pero no pasó nada, la honda era increíble y solo se me caló un par de veces antes de decidirse a echarme una mano.

Un tiempo más tarde, me vi obligado a venderla y trasladarme a Galicia, con lo que el tema de las motos quedó parado.
Hace un par de años, necesitábamos ahorrar un poco en gasolina, los desplazamientos al trabajo son largos y más de 200€ mensuales solo en ello empezaban a doler. La comandante en jefe decidió que también quería probar, así que buscamos un scooter. En el concesionario oficial Kymco local nos convencieron de que una SD125ABS era lo que nos encajaba, aunque yo tuviera mis dudas, y eso fue lo que nos llevamos. Durante la 1a semana, la comandante probó la moto un par de ocasiones y en una de estas no pudo soportar el tremendo peso del artefacto y le cayó encima. Le cogió miedo y ya no quiso volver a intentarlo.
Me quedé con la moto, usándola para unos 10kms de carretera de montaña y 20 de autopista cada trayecto. En la autopista me moría del asco. La SD era extremadamente peligrosa en adelantamientos a camiones y en la 1a revisión la llevamos de vuelta al conce para acogernos al supuesto cambio por la 300 (con pago de la diferencia) que nos había ofrecido en caso de no estar contentos. Todo mentiras, así que la he tenido durante este último año.
Hace poco la angustia fue demasiado y empecé a mirar algo mejor para mí. Primero miramos la ER6F y luego me fui decantando hacia las trail. En algún momento le comentamos la película anterior al comercial de yamaha (un tío co*onudo pc) durante una de nuestras (siempre ambos) visitas a la tracer.
El hombre nos explicó el terrible error que habíamos cometido, se llevo a la comandante y le prestó una YBR. Quedó tan encantada, que acabamos llevándonos una CB125F de segunda mano para ella.

Después, estuve negociando por la tracer 700 y probé la de demo que allí tenían. La verdad es que era una moto divertida y maniobrable, pero no me gustó. Yo valoro mucho la primera conversación con el vehículo y esa moto no quería hacer lo que yo le decía, no nos entendíamos. Insistía en hacer salidas, correr más de la cuenta, me pedía que entrara a cuchillo en las curvas, y yo no estoy por la labor, la verdad sea dicha. En moto soy un verdadero inútil.
Al final le comenté al comercial cosas como que al cabo de un rato cargaba la espalda, que el asiento era duro y se clavaba en los abductores, que al transitar en parado las estriberas golpeaban las piernas, que los mandos del puño izquierdo eran incomodísimos (intermitentes demasiado bajos p.Ej) y que me resultaba demasiado nervioso el cambio.
Pasé por la Suzuki y tenían una VS650 esperando a un joven al que le iban a entregar el A2. Después de ver la Tracer, me pareció fea. Además, yo soy de la época en la que las Hondas eran las fiables, las Yamahas más deportivas, las Kawas una locura y las Suzuki poco fiables y no es que estuviera predispuesto. No se podía probar, ya que me decían que ya no las hay y que en caso de gustarme, solo tenían una restante en fábrica. La sopesé y desplacé y me pareció pesada de más. Al montar en ella, como dicen aquí, casi me escarallo. Quedé con el comercial que me mandara una oferta y me fui.
Aquí fue cuando probé la tracer, y al no quedar contento y no ofrecerme descuento alguno ni una buena valoración de la Kymco, volví a ver la Suzu, esta vez con la comandante bien atenta. Me dijo que a ella la moto le convencía, que era más moto. Esta vez no me pareció tan pesada, pude subir bien y manejarla sin golpearme las pantorrillas y la jefa quedó encantada con la comodidad del asiento.
El comercial nos hizo un presupuesto y nos quedamos de piedra: Solo tenía que pagar 5000€ por ella, más accesorios que regalaban, entregando la scooter. Pero tenía que decidirme en un día, ya que solo quedaba una. Bueno, que que os diré... que firmé.
Luego hemos tenido algún contratiempo un poco...

Lamento haberme extendido un poco, pero al ser domingo lluvioso he pensado que os interesaría leer una pequeña historia

Encantado de conoceros y esperemos que haya suerte y al final me entreguen la moto como prometieron para poder andar con vosotros.