Espero que os guste ...
Desde hacía un par de años comentábamos la posibilidad de buscar un destino que no fuera caluroso para hacer el viaje de verano ya que en los dos últimos (Rumanía y Sicilia) habíamos soportado temperaturas elevadísimas, en algunos casos por encima de los 40 grados con todo lo que eso supone.
Finalmente, con la ayuda de Oscar / Ultimo Mohicano, nos inclinamos por un destino de clima fresquito y que además estaba en la lista de “pendientes” desde hacía tiempo.
Esta es la crónica del viaje a Escocia y las Highlands en julio de 2025, con inicio en Limoges (Francia) y final en Montaubán (Francia) …
Domingo 13 de julio. Limoges (Francia)
Aunque hubo quién llegó un día antes, la mayoría de participantes en el viaje empezó a llegar pasada la media tarde hasta completar el total del grupo que estaría formado por 11 personas y 6 motos: Oscar y Cristina (Madrid) con una Suzuki V-Strom 1000, Luís y Araceli (Madrid) con una Suzuki V-Strom 1050, Juan y Pepi (Granada) con una Ducati Multistrada, Joan y Pilar (Valencia) con una BMW F800, Mon (Madrid) con una BMW R1250GS y Arturo y Susana (Tarragona) con una BMW R1250GS Adventure.
Como no todos nos conocíamos se hicieron las presentaciones pertinentes y aprovechamos para comentar algún que otro tema referente al viaje. Finalmente nos retiramos a las habitaciones a descansar.
Lunes 14 de julio. Limoges (Francia) – Folkestone (Inglaterra)
Después de desayunar en el mismo sitio en el que nos habíamos alojado iniciamos la marcha poniendo rumbo a Calais. Allí nos dirigimos al recinto del Eurotúnel y tras realizar todos los trámites aduaneros accedimos al tren Eurostar que teníamos asignado. En poco más de media hora nos llevó hasta Folkestone (Gran Bretaña) en un impresionante recorrido bajo el lecho marino.


Nada más salir del recinto ferroviario tuvimos nuestro primer contacto con lo que sería la tónica dominante de los siguientes días, conducir por la izquierda. Para quienes era la primera vez fue toda una experiencia.
Llegamos al hotel, nos cambianos de ropa y rápidamente empezamos a buscar donde cenar ya que en esas latitudes los restaurantes cierran relativamente temprano comparado con España.
Después de cenar charlamos un rato y cada cual se retiró a “sus aposentos”.
Martes 15 de julio. Folkestone (Inglaterra) – Huddersfield (Inglaterra)
Aunque amenazaba lluvia decidimos iniciar la etapa sin traje de agua tomando la M20 dirección Londres, yendo por circunvalación de la ciudad para evitar entrar en la gran urbe y siguiendo rumbo norte hacia Leicester. A la altura de esa ciudad decidimos parar en un área de servicio para comer alguna cosa y ponernos los chubasqueros ya que empezaba a llover.

Pasado un buen rato retomamos el camino hasta llegar a Nottingham para ir directamente a ver Wollaton Hall (mansión de Batman en una de sus películas) y sus jardines exteriores.



Posteriormente dimos una vuelta en moto por la ciudad pasando por St Barnabas Cathedral y St Mary’s Church.

Aprovechando que ya no llovía, pero manteniendo puestos los trajes de agua ya que empezaba a hacer fresquito, volvimos a la carretera para continuar hasta nuestro destino en la localidad de Huddersfield donde pudimos disfrutar de una buena cena.

Tras un buen rato de sobremesa comentando lo que la jornada había dado de si nos fuimos a descansar.
Miércoles 16 de julio. Huddersfield (Inglaterra) – Ayr (Escocia)
Finalizado el desayuno salimos hacia Carlisle donde llegamos después de unas tres horas de camino. La idea era visitar su imponente catedral, una de las más bonitas de Inglaterra, pero casualmente estaban celebrando una graduación de universitarios en el recinto y no se podía acceder a la misma hasta pasadas un par de horas, así es que aprovechamos para recorrer el centro de la ciudad y hacer alguna compra.



Finalmente pudimos visitar la catedral y ver que, efectivamente, se trataba de una edificación majestuosa y de gran belleza.





Dejamos atrás Carlisle y continuamos hacia la zona de Dumfries para acercarnos hasta el Castillo de Caerlaverock ubicado ya en tierras escocesas.






A media tarde llegamos a nuestro destino en Ayr. El hotel en el que nos alojábamos formaba parte de un magnífico complejo hípico y tuvimos la oportunidad de recorrer sus jardines, zonas comunes, pista de carreras y alrededores.






La cena estuvo a la altura de las instalaciones. Magníficos platos, buen servicio y mejor compañía. Que más se puede pedir ?.

Jueves 17 de julio. Ayr (Escocia) – Falkirk (Escocia)
La jornada de hoy se presentaba interesante ya que estaba planificado pasar por “tierras de William Wallace”. Dicho y hecho, salimos en dirección a Stirling con una primera parada en el lago Lommond.






Una vez en Stirling, parada y visita obligada a su castillo. Una maravilla de fortaleza repleta de contenido. Museos, espacios teatralizados, jardines, plazas y un sinfín de rincones que visitar.








La visita se alargó tanto que sin darnos cuenta se nos echó encima la hora de comer. Nos acercamos al Monterey Tack’s, en el centro de Stirling, donde nos atendieron a pesar de lo tarde que era y allí comimos y bebimos “como si no hubiera un mañana”. Tremendo !!.



Quienes aún tenian ganas de más visitas se quedaron a las afueras de la ciudad para acercarse a pie hasta el Monumento Nacional William Wallace, una torre de 70 metros en la cima del monte Abbey Craig. El resto, después de ver el monumento desde lejos, puso rumbo a Falkirk donde se encontraba el alojamiento.




A última hora de la tarde hicimos una escapada para admirar las Kelpies, dos impresionantes esculturas de cabeza de caballo de 30 metros de altura que representan espíritus del agua que cambian de forma, hechas de acero estructural con un revestimiento de acero inoxidable y un peso de 300 toneladas cada una.



Viernes 18 de julio. Edimburgo (Escocia)
Jornada de “descanso motero” aunque con actividades y visitas en Edimburgo. A primera hora desayunamos en el hotel y después cogimos el tren para ir hasta la capital escocesa con ese medio de transporte. En menos de media hora ya estábamos en el corazón de la ciudad a pesar de encontrarse a unos 40 kilómetros de distancia.


Iniciamos nuestra andadura con un primer recorrido por las famosas Royal Mile, Victoria Street y Grassmarket todas ellas repletas de gente, tiendas, figurantes, pubs y restaurantes.








Y al final de la calle el impresionante Castillo de Edimburgo, otra visita imprecindible.












A mediodía comimos en un local de la zona y por la tarde nos desplazamos hasta el 145 Prince St para disfrutar de The Johnnie Walker Experience.
La visita se plantea como un viaje personalizado por los sabores del whisky y una forma de impulsar las destilerías que dan cuerpo a Johnnie Walker: Glenkinchie, Clynelish, Cardhu y Caol Ila. Es una experiencia completamente interactiva donde lo tecnológico se fusiona con lo tradicional para atraer y captar a nuevas generaciones de consumidores que se alejan de los estereotipos relacionados con el whisky, una bebida que de forma inequívoca está ligada a la historia de Escocia
The Johnnie Walker Experience resultó una actividad amena, divertida y totalmente recomendable incluso para quienes no son especialmente amantes del whisky.










A continuación cambiamos totalmente de registro y fuimos a visitar el Cementerio Greyfriars, así como distintas zonas y barrios de la ciudad.





El “punto final” de la jornada lo pusimos tomando unas Guinnes (Gusinis para los amigos, jajaja) en un pub de aspecto peculiar.


Volvimos de nuevo a la estación de ferrocarril y regresamos a Falkirk en el mismo medio de transporte que habíamos utilizado por la mañana.
Sábado 19 de julio. Edimburgo (Escocia)
Otra jornada de “descanso motero” aunque en esta ocasión con una visita a primera hora no muy lejos de Falkirk y posteriormente con más actividades y visitas en Edimburgo.
La visita consistía en ir a ver la denominada Rueda de Falkirk, un enorme ascensor de barcos giratorio que conecta el canal Forth y Clyde con el canal Union.



Posteriormente volvimos a Edimburgo en tren y bajo una finísima e intermitente lluvia continuamos visitando la ciudad para ver nuevas zonas, recorrer con más calma algunas vistas el día anterior y hacer compras.
New Town y monumento a Scott.


Calton Hill y Antiguo cementerio de Calton.

A medidía buscamos un pub típico ya que teníamos muchas ganas de comer en ese tipo de establecimiento y dimos con uno que no nos defraudó en absoluto, acogedor y con mucho encanto.


A pesar que empezó a caer una finísima lluvia aprovechamos lo que quedaba de tarde y volvimos a la Royal Mile para ver el ambiente que se respiraba.





Finalmente llegamos a los denominados “Closes”, estrechos pasajes que conectan la Royal Mile con otras calles, patios o jardines y que a menudo llevan nombres históricos o relacionados con oficios.


Tampoco faltó la visita a Mary King's Close, situado al lado de la Catedral de San Giles y formado por un laberinto de callejones que quedaron olvidados durante siglos hasta su reapertura en 2003. Debido a las condiciones insalubres y de hacinamiento falleció mucha gente durante la peste que azotó Edimburgo en 1644 y 1645 y el dicho popular cuenta que muchos de sus fantasmas aún rondan por esas callejuelas. Vimos la ambientación en la zona de acceso y una de sus principales tiendas.




A última hora regresamos al hotel, cenamos, tomamos unas pintas y nos fuimos a dormir. Habían transcurrido dos días sin actividad motera pero después de tanto andar visitando Edimburgo necesitábamos descansar.
Domingo 20 de julio. Falkirk (Escocia) – Elgin (Escocia)
Con el cielo cubierto de nubes, previsión de lluvia y bastante niebla continuamos nuestra ruta hacia las tierras del norte. A pocos kilómetros cruzamos el Queensferry Crossing, un espectacular puente de 2.700 metros que pasa por ser el atirantado de tres torres suspendido con cables más largo del mundo y continuamos hasta llegar a Saint Andrews, cuna del golf, donde visitamos la catedral que aún en ruinas daba muestras de haber sido un espacio de gran importancia. A continuación visitamos el castillo, también en ruinas, aunque en este caso con un centro para visitantes en el acceso al recinto.
St Andrews Cathedral.



St Andrews Castle.





Antes de retomar la marcha aprovechamos para tomar algo en una cervecería de la ciudad.

Unos kilómetros más adelante paramos para repostar. La “mala cara” que se nos ponía con el precio de la gasolina (por encima de los 2€ el litro) contrastaba con el buen humor reinante.

Continuamos ascendiendo por la costa este ecocesa hasta llegar a nuestra siguiente parada en el castillo de Dunnotar. La espesa niebla que había en la zona impidió ver la fortaleza con claridad desde lejos y quien quiso verla tuvo que ir caminando hasta la misma.



Llegamos al hotel de Elgin casi a última hora de la tarde y tras cambiarnos de ropa salimos a cenar en un restaurante que teníamos reservado, el Spice Tandoori, que se presentaba a los premios "Restaurante Asiático del Año" (Norte de Escocia) en 2025 y que finalmente ganó por su calidad, originalidad e innovación.






Tras una copiosa cena decidimos ir a dar una vuelta por la ciudad para intentar “bajar un poco” todo lo ingerido.




Lunes 21 de julio. Elgin (Escocia) – Thurso (Escocia)
El día se presentaba interesante ya que hoy iniciábamos nuestro recorrido por la North Coast 500, una ruta panorámica de 827 kilómetros que recorre la costa norte de Escocia y que según muchos entendidos es uno de los viajes por carretera más bellos del mundo.
La jornada empezó con una lluvia que nos acompañó durante toda la mañana y que entre otras cosas nos impidió realizar la parada que teníamos prevista en Invergordon. Continuamos ascendiendo junto a la costa hasta llegar a Dunbeath, donde esta vez fue la niebla la que nos impidio acceder al castillo. Llegados a la población de Wick decidimos parar a comer ya que entre una cosa y otra se había hecho un poco tarde. A pesar de todo cabe decir que nada hizo desmerecer en absoluto esta primera parte de la etapa.





Una hora después de finalizada la comida y tras pasar por una serie de tramos espectaculares llegamos a John o' Groats, un pueblo situado en el extremo norte de la región considerado popularmente el punto más septentrional de la isla. Como no podía ser de otra manera nos hicimos un sinfín de fotos para dejar constancia de nuestro paso por allí.








Dejamos atrás John o' Groats y seguimos nuestro camino hasta llegar a Thurso, la población más septentrional de la Gran Bretaña continental.


En Thurso estaba establecido el final de etapa y allí se encontraba el hotel en el que nos alojaríamos esa noche. Después de la cena salimos a dar una vuelta por los alrededores.




Martes 22 de julio. Thurso (Escocia) – Strathpeffer (Escocia)
Y si magnífica fue la jormada anterior con un espectacular recorrido de la NC-500, no menos iba a serlo esta en la que continuaríamos por esa misma carretera.
Salimos de Thurso y a escasos 10 kilómetros hicimos la primera parada, concretamente en Brims Castle, una zona en la que es relativamente fácil el avistamiento de focas.











Decir que es una ruta increible es poco y decir que es espectacular también se queda corto. Es una mezcla de ambas a las que se debe añadir el adjetivo de impresionante. No sólo se disfruta del hecho de ir en moto, sino que después de cada curva, después de cada repecho, nos encontrábamos con vistas realmente admirables.


















Paramos a comer en un restaurante de la población de Lairg, donde nos deleitaron con el que sin duda fue el mejor “fish and chips” de todo el viaje.



Continuamos la marcha y a media tarde hicimos una parada en Ullapool para visitar la ciudad.



Al finalizar la etapa decir que el recorrido había sido increíble, de esos que “dejan huella” y que junto al del día anterior ratifican que la fama que tiene la North Coast 500 es de sobras merecida. Finalmente llegamos al hotel situado en Strathpeffer, cerca de Inverness (capital cultural de las Tierras Altas de Escocia).

Miércoles 23 de julio. Inverness (Escocia)
Nueva jornada de “descanso motero” en la que teníamos previsto realizar una serie de actividades y visitas en Inverness.
A diferencia de Edimburgo, donde nos desplazamos desde el hotel hasta la ciudad en tren, aquí lo hicimos en bus al tratarse del medio de transporte público más utilizado en la zona y que casualmente disponía de una parada a escasos cien metros del hotel.

Una vez en la ciudad nos dividimos en grupos según lo que cada cual prefería visitar. La oferta de Invernes es tan variada como interesante, shopping en the Victorian Market, el Castillo, la Catedral, el Teatro y Cine Eden Court, el Museo y Galería de Arte, la Uile-Bheist Brewery & Distillery, la Librería Leakey's Bookshop, el Campo de batalla de Culloden, museos, galerías, tiendas, comercios y otros.








A eso de media tarde iniciamos el regreso al hotel y antes de anochecer aún tuvimos tiempo de acercarnos a Castle Leod (sede del Clan Mackenzie) y a Rogie Falls (una serie de cascadas en Black Water, con agua de aspecto rojizo debido al lecho de mineral de hierro sobre el que discurre).
Castle Leod

Rogie Falls.



Un último paseo por Strathpeffer durante el que aprovechamos para cenar y regreso al hotel donde tras una última copa ya nos fuimos a dormir.



Jueves 24 de julio. Strathpeffer (Escocia) – Fort William (Escocia)
Hoy la etapa se presentaba larga porque además de visitar dos castillos teníamos que coger un ferry y posteriormente queríamos realizar una tercera visita. Empezamos el día circulando por carreteras del interior y pasando por pequeñas poblaciones, para posteriormente acceder a la A87 en el punto exacto donde se encuentra el Castillo de Urquhart junto al archiconocido y famosísimo lago Ness.
Aparcamos las motos y al acceder al recinto ya pudimos divisar el castillo junto al lago. A partir de ahí nos adentramos en la zona.










Sin dejar la A87 llegamos al Castillo de Eilean Donan. Esta fortaleza, emblemática donde las haya, está situada sobre la pequeña isla del mismo nombre que se alza a un lado del lago Duich y que ofrece una estampa paisajítica de gran belleza.







La visita duró casi dos horas, periodo tras el cual regresamos a las motos y continuamos nuestra marcha adentrándonos en la Isla de Skye. La idea era recorrer la parte sur de la isla hasta llegar a la población de Armadale y allí coger un ferry que nos llevara hasta Mallaig. El recorrido por la isla no nos defraudó en absoluto a pesar de las nubes que dominaban el cielo, aunque el plan se truncó al no poder embarcar ya que no quedaban pasajes para ninguno de los dos trayectos que había previstos hasta el final del día.






Se nos había echado la hora encima y decidimos provechar la parada para comer algo en un pequeño establecimiento a modo de merendero que había en el mismo puerto.


A continuación seguimos nuestro camino deshaciendo todo el último tramo que habíamos hecho hasta llegar de nuevo al Castillo de Eilean Donan y desde allí ir hasta el cruce de Fort William. Cerca de esa población paramos a repostar con el fin de tener los depósitos llenos para el día siguiente ya que saldríamos temprano y durante muchos kilómetros no habrían estaciones de servicio.


A pocos kilómetros del final de etapa nos desviamos para acercarnos hasta el Glenfinnan Viaduct, conocido por su aparición en una de las películas de Harry Potter. Nos impresionó la cantidad de visitantes que había y eso nos hizo pensar en el “gran tirón” que aún tiene todo lo relacionado con esta saga.


Desde ahí al punto final de la etapa en Fort William quedaba realmente poco trayecto y en apenas una hora estábamos ya en nuestro alojamiento.
A primera vista el sitio daba la sensación de ser un tanto peculiar aunque la verdad es que nos sorprendió con una buena cena, mejor bebida y magníficos postres.

Viernes 25 de julio. Fort William - Helensburg (Escocia)
Hoy también iniciamos temprano la ruta porque el primer objetivo era recorrer el Valle de Glen Cloe o ”Valle de las lágrimas”. El conjunto que forma el paisaje con sus altas montañas surgidas de explosiones volcánicas y glaciares de hielo, sus riachuelos con cascadas y el propio valle, conforman una de las ubicaciones más bonitas de Escocia.
Apenas recorridos unos kilómetros por el interior del valle percibimos su grandeza y contemplamos estampas realmente bellas a pesar de la neblina reinante y el ambiente desapacible de ese día en la zona, de hecho paramos varias veces ya que las imágenes merecían la pena.





Dejamos atrás el valle y nos encaminamos hacia "Cruachan, the Hollow Mountain" uno de los mayores logros de ingenieria de Escocia.
Se encuentra en Argyll and Bute, Escocia, bajo el pico más alto de la zona, Ben Cruachan y fue la primera central hidroeléctrica reversible de bombeo a gran escala del mundo. El agua se bombea de un lago a un embalse superior en la cima de la montaña para almacenar energía, y luego se libera para generar electricidad cuando se necesita. La sala de máquinas subterránea es lo suficientemente grande como para albergar un estadio de fútbol a nivel horizontal y la Torre de Londres verticalmente. La central tiene la capacidad de generar suficiente electricidad para 400.000 hogares en solo 28 segundos.


Nuestra siguiente parada fue en Oban donde visitamos la McCaig's Tower, una torre prominente en Battery Hill que domina la ciudad y que está construida con granito Bonawe extraído de las canteras de Airds Bay. Su circunferencia es de unos 200 metros y tiene dos hileras de 94 arcos ojivales.




Al acabar esa visita bajamos hasta la zona del puerto, aparcamos las motos y nos dispusimos a dar una vuelta por la ciudad y comer alguna cosa.




Desde Oban fuimos al Castillo de Inveraray y aunque no visitamos su interior pudimos ver toda la zona exterior comprobando su impecable estado de conservación.


Pusimos fin a la jornada una vez llegamos a Helensburg.
Sábado 26 de julio. Helensburg (Escocia) – Peterborough (Inglaterra)
Después de desayunar salimos del hotel e iniciamos una etapa “de transición” de casi 600 kilómetros que nos llevaría hasta Peterborough. Hicimos una parada rápida para ver el exterior del Castillo de Dumbarton y sin más demora continuamos hacia el sur.


Pasada la media tarde llegamos a Peterborough, final de etapa, donde algunos se animaron a visitar la ciudad y otros prefirieron quedarse en el hotel a descansar.
Domingo 27 de julio. Peterborough (Inglaterra) – Rouen (Francia)
Una vez finalizado el desayuno nos apresuramos a salir ya que a pesar de ser domingo no teníamos demasiado claro que nos encontraríamos en la circunvalación de Londres y sobre todo porque teníamos que llegar con tiempo suficiente a Folkestone para coger el tren Eurostar que nos llevaría hasta la población francesa de Calais.









Una vez dejamos atrás Calais nos incorporamos a la A16 y posteriormente a la A28 para ir directos hasta Rouen.
Salimos del hotel para dar una vuelta y cenar en un local junto al río Sena. Durante la cena celebramos el cumpleaños de Pepi y Oscar que casualmente cumplían el mismo día. Muchas felicidades !!.


Después de cenar, charlar y reír mucho contando mil y una anécdotas regresamos al hotel cuando ya había oscurecido por completo.


Lunes 28 de julio. Rouen (Francia) – Montauban (Francia)
Ultima etapa del viaje que nos llevó desde Rouen hasta Momtaubán, sin más ojetivo que llegar a destino sin novedad. Autopista, túneles y buena marcha para no llegar demasiado tarde.


Junto al hotel había un conocido restaurante y tras la pertinente reserva fuimos hasta allí a la hora concertada. Lo cierto es que cenamos muy bien, en un local bonito y con una compañía estupenda.


Martes 29 de julio. Montauban (Francia)
Despedida del grupo y día de regreso a los puntos de origen, todos en perfecto estado y con tantos kilómetros recorridos como experiencias vividas.
Agradecer a todos los participantes en este viaje su buena disposición, su magnífico comportamiento ante situaciones inesperadas y su inestimable compañía en tantos y tantos momentos de anécdotas y risas impagables.

Luís, Araceli, Susana, Pilar, Joan, Mon, Oscar, Juan, Cris, Pepi, ha sido un verdadero placer compartir viaje con todos vosotros.
Sin ninguna duda un grupo excepcional !!.
“Gente así, sólo aquí “.






