La selección nos llevó al Priorato: zona que en el mapa se veía con carreteras retorcidas. Para dormir, el hostal Populetus, en Poboleda, establecimiento que recomiendo.
A última hora, Chiwi y Demon se animaron a aventurarse, así que el sábado a media mañana, salimos a pasar el fin de semana.
En la gasolinera de quedada, aprovechando un rayito de sol, que quizá luego no viéramos muchos.

Salimos siguiendo la ribera del Ebro, en la foto, el puente de Sástago.

A 70 Km de casa hicimos la primera parada turística, y entramos a ver el monasterio de Rueda, antiguo monasterio cisterciense reconvertido en hospedería de 4 estrellas. No nos quedamos a la visita guíada; la dejamos para otro día.

Después seguimos la orilla del Ebro: Caspe-Mequinenza-Ribarroja-Flix, donde comimos.
En la entrada de Mequinenza, al lado del Ebro y la desembocadura del Segre en el embalse de Ribarroja

Vista del embalse de Ribarroja

Señal que nos acompañó a lo largo de más de 30 Km. Curvas y más curvas cerradas en carretera con baches y gravilla.

Ésta creo que no necesita explicación

Después de comer ya nos encaminamos a ver la cartuja de Scala-Dei, y luego a dejar las motos y tomar posesión de las habitaciones en Poboleda
Cartuja de Scala-Dei

Fuente en el pueblo

El domingo, tras un desayuno pantagruélico, pasadas las 11, comenzamos la jornada turística. Primero a ver el pueblo de Siurana, según había leído, último reducto árabe en Catalunya.
Curioso rebaño

La primavera quiere llegar a Siurana

Los protagonistas

Las curvas que recorrimos para llegar al pueblo

Después, más y más curvas, fuimos hacia Falset, donde compramos algo de vino, vermut, y delicias alcohólicas de ese tipo. Ya se acerca la hora de comer y pensamos acercarnos a Mora, y pasar después de comer por el circuito, a ver si veíamos a los compañeros del foro que estaban por allí pasando el día. Llegamos al circuito sobre las 4, y ya nos vimos ninguna V ni a ningún conocido. Disfrutamos un rato viendo hacer a los demás.

Ya de vuelta, por Gandesa y Alcañiz, nos acompañó un cielo amenazador, pero en eso quedó: ni una gota.
A lo largo de todo el fin de semana, hemos tenido carreteras mojadas, pero por lo visto, las nubes huían a nuestra llegada, y no han caído más de 3 gotas a nuestro paso.
Resumiendo: un fin de semana en moto de 500 Km, buen tiempo, muchas curvas, paisajes impresionantes, opíparas comidas y mejor compañía.