Desde el principio tomo fuerza la idea de ya que íbamos para aya, aprovechar y quedarnos unos días más por la zona y poder viajar por la zona.
El problema el de siempre, el tiempo, los diferentes compromisos que tenemos mi mujer y yo que hacen que el tiempo de viaje se reduzca a pocos días. Por lo que lo de viajar con la moto hasta Munich era inviable. Pasamos a ver la opción de alquilar un coche, cuestión que a mi no me apetecía teniendo tan a tiro de piedra, ciudades y parajes soñados durante tanto tiempo y que algún día haría en moto.
Por lo que empecé a buscar alquiler de motos en la zona de Munich y sorpresa el concesionario oficial de BMW Munich alquilaba moto, esta noticia la saque de la pagina web de solo moto. Por lo que me puse en contacto con ellos.
Tras unos tiras y afloja de los días, el precio, la moto, ….. , cerramos el trato, al final fue de viernes a Lunes, la saque el Viernes a las 9 de la mañana y la devolví el Lunes a las 5:30 de la tarde, por lo que fueron 4 días bien cumplidos de moto.
La verdad que mi chica solo me puso un pero a la idea de hacer este viaje, que era que yo me encargara de llevar y traer todos los accesorios de montar en moto, cascos, pantalones, chaquetas, …….., cuestión que resolví con un maletón de esos GRANDES GRANDES
Por lo que resueltos los pequeños escollos nos dispusimos a coger el avión dirección Munich, con algunas rutas planificadas y otras dejando que se nos aconsejara mi amigo.
El primer día de moto fue cortito, por que tan solo fue ir a sacarla del concesionario, y aquí la primera cosa que te choca es que cuando le pides un candado para la moto, se queda con cara extraña y te pregunta “¿llevas idea de viajar a Austria o Italia” a lo que le respondes (mintiendo un poco) “que claro que no!!!!”, “pues entonces no te preocupes, la dejas bloqueada y ya esta”, igualito igualito que aquí!!!!!, madre mia cuanto nos falta por aprender, de ahí directo al hotel que era el día de la boda y había mucho cosas que hacer.
El segundo día decidimos ir hacia el norte de Munich, fue una ruta corta pero llena de historia y de imágenes para el recuerdo, estuvimos en el campo de concentración de Dachau, primero de todos los campos de concentración de la era Nazi, la verdad es que tiene que ser visita obligada de todos los escolares del mundo, para aprender lo que el odio es capaz de hacer, fue una visita de dos horas paseando entre la recontracción del campo de concentración, sus barracones, su edificio central, su cámara de crematorio y zona de asesinatos, la verdad es que sales con el rostro cabizbajo de ver lo que es capaz de hacer la malicia de unos pocos.






Después de recuperar nuestros estómagos un poco, seguimos dirección norte, ha ver los jardines de un palacio que le llaman el Versalles Alemán,



durante la ida pudimos ir haciendo probaturas en la moto, como ver hasta donde se escucha de forma clara los midlan que compramos para el viaje, poder probar las autopistas (no de peaje) Alemanas sin limites de velocidad, estrujando la oreja para tener la sensación de poder ir a mas de 200 km/h sin el temor de ser cazado por un quita puntos cualquiera (ojo radares hay mas que en España).

Llegamos pronto al hotel, duchita y a cenar por las calles de Munich, que eran un hervidero de gente (gracias al buen tiempo que reinaba)
El día siguiente nos esperaba un viaje un poquito mas largo (480 km de nada) nos fuimos a Salzburgo (Austria), el día amaneció lluvioso, lo que hacia que tuviéramos que ir con mas cuidado del normal sobre todo antes de salir de la ciudad, la ida la hicimos toda por autopista, volviendo a poder disfrutar de la velocidad sin limite.
La llegada a la ciudad de Mozart es una autentica pasada pasar por un túnel excavado en la mismísima roca con los cables colgando para sus trolebuses, en esta ciudad sobre pertenecer a Austria, se encuentra en la mismísima frontera Alemana, pudimos pasear por sus pintorescas calles, subir en el tren hasta el castillo y poder disfrutar de una vista panorámica de la ciudad, con su rió cual lengua de agua se pierde en el horizonte.


Aquí pudimos comprobar otra cosa al llegar hacia calor por lo que dejamos las dos chaquetas en las maletas laterales de la moto, pero quedaba llevar encima los cascos, pero vimos que los otros moteros los dejaban en la moto, por lo que con el cable porta cascos que lleva la moto los atamos y los pudimos dejar encima de la moto ni decir que al volver estaban en el mismo sitio.
Emprendimos viaje de vuelta al hotel, puesto que no quería que se me hiciera muy tarde por tierras desconocidas, y queríamos ir dirección Hisbruc entre los valles de los Alpes Austriacos, para luego enganchar con los Alemanes, que pedazo carreteras, que pedazo rutas, que divertido curvear y curvear y volver a curvear todo a buen ritmo, con asfalto en buen estado, con señalizaciones que me dejaron perplejo, señalizaciones que anunciaban que era una ruta motera, para que los coches nos tuvieran en cuenta ( se apartaban y te dejaban pasar) todo protegido con dobles bioandas, pufff igual que aquí igual igual.
Se terminaba, llegaba el día que había que devolver el bicho a sus dueños, por lo que planificamos una ruta que fuera divertida y pudiéramos disfrutar de la moto, asi que nos marcamos tan solo 300 km, por lo que nos volvimos a dirigir dirección los Alpes Alemanes por carreteras secundarias, y que volver a deciros, que me volví a divertir, curveando por carreteras con un firme en buen estado, bien señalizadas y nuevamente la señal de rutas moteras, esta nos llevo a un pueblecito de aguas termales, en el que dejamos la moto al lado de cuatro F800ST, alucinamos al ver que una de ellas se había dejado sin quitar el Garmin zummo, pero fijándome un poquito mas, no solo se había dejado el garmin, sino el casco sin atar, pero como ellas las otras tres tenían el casco sin atar en la moto, nosotros como españolitos, los atamos con el cable por si acaso, después de dar la vuelta de rigor por el pueblo, volvimos a por la moto, cual fue aun nuestra sorpresa que entonces habían mas de 20 motos (casi todas BMW’s), todas sin atar, todas con las chaquetas, monos y cascos encima de sus monturas y sus dueños dando la vueltecita de rigor por el pueblo ¡¡¡ ALUCINANTE!!!


Proseguimos por una carretera que nos llevo a adentrarnos entre valles y lagos y nuevamente a enlazar curva tras curva, paramos a comer en una restaurante a pie de un lago, donde departimos un poco con un motorista local. Ya quedaban pocas horas para finalizar nuestra aventura, había que ir pensando en acercarse a Munich, lo cual hicimos por carreteras de curvas.
Llegada al Hotel, descargamos todas las cosas, nos cambiamos para no tener que ir luego en el metro con todo el equipo de matar. Y nuevamente en el concesionaria a dejar la maquina, snif snif que lastimita!!!!!!

Bueno pues esto fue mi aventura veraniega, muy pero que muy corta pero no me importaría repetir mañana mismo.
He descubierto una nueva manera de viajar, mediante las empresas de alquiler de motos, para mi muy atractiva, por que te evitas el viaje de ida y vuelta al destino, que no digo que no sea bonito hacerlo, pero cuando tus vacaciones se reducen a muy pocos días, hay que aprovecharlos al máximo.
Otra cosa que he aprendido y me ha marcado bastante es el civismo con el que los Alemanes viven, en no tener miedo por dejar la moto en la calle, por lo protegidas que están sus carreteras, por poder probar ir a velocidades que en mi país son equivalentes a CARCEL sin ese temor.
Dios mió cuanto nos queda por aprender, espero que algún día mis hijos puedan vivir en un país con el civismo y respeto por los demás que he vivido estos 6 días en Baviera.
Espero que os haya gustado!!!!!!!!!!!
Agradecer a mi mujer, permitirme poder hacer este viaje!!!!!!!!