No tengo foto del antes pero si del después:

Estos dos cachos de plástico cuestan en el concesionario la friolera de 57 euros, por lo que no tenía ninguna duda sobre si ponerlos nuevos o ñapa casera.
Da igual lo rotos que estén, simplemente con calor este plástico funde y vuelve a quedar duro una vez frio, por eso se llaman termoplásticos. Existen otro tipo de plásticos llamados termoestables los cuales no admiten el calor ni el moldeo, te das cuenta enseguida de a que tipo de plástico te enfrentas.
La reparación la he hecho con un soldador de gas, pero vale perfectamente uno eléctrico, los mismos que para soldar con estaño. Lo bueno de los de gas es que puedes regular el calor que pones a la punta y que algunos suelen venir con varias puntas diferentes para trabajos de este tipo, yo he echado de menos la paleta, muy bien para cortar y para alisar (así me ha quedado de guarro).
Como me faltaba un poco de material no tenía por casa otra cosa que el marco de un interruptor de pared roto, asi que con unos alicates le arrancas unos cachitos y los vas fundiendo en el cubrepuños. El problema es el color, que solo tenía blanco, si teneis algo de este plástico negro mejor que mejor, aunque si hay diferencia de colores te das cuenta cuando estás mezclando las dos partes y sabes que va a soldar bien.
Solo deciros que os pongais a ello si lo teneis roto, sin miedo, vas metiendo la punta y juntando luego el plástico y vereis que facil es, y la pasta que os ahorrais.