La preparación del viaje no ha sido demasiada complicada ya que mi idea era tirar to'pa'rriba entreteniéndome donde quisiera, y buscando un camping para dormir...lo único de lo que tuve que preocuparme fue de comprar unas maletitas, los mapas, un GPS (por si aca, y menos mal...) y un montón de cacharros que había que meter en las maletas.

Una vez metido todo eso en las maletas, las moto detail con sus anclajes compradas en una tienda que trae productos desde una web germana a Sevilla (300 euritos más o menos), había que emprender la marcha; y todo estaba preparado ya para salir el día 7 de julio.
Subiría por la N-630 hasta Salamanca, ciudad que tenía muchas ganas de conocer y que sinceramente me encantó. Habra que volver con más tiempo.
Un alto en el camino para una buena comidita en un pueblecito en medio de la nacional..baratito y bueno..

Una curiosidad del camino hacia Salamanca es que pase frío, llevaba la equipación de verano y aunque me esperaba que me iba a asar no sería este el día en que me sobraría hasta la piel.. Al que se le ocurra hacer este trayecto hacia Salamanca debe saber que en ciertos tramos la carretera desaparece, por lo menos a mí se me perdió dos otres veces...,sale uno a la autovía cinco o diez kilómetros y otra vez para la N-630..
Este primer día también tuvo su momento triste porque en el segundo repostaje me bajo de la moto, pongo la pata cabra, me queito el casco, lo pongo sobre el baul, pongo el caballete y escucho un ¡¡cataplan!! casco al suelo y la pantalla del Schubert con tres arañazos que me dolieron en el alma..el de la gasolinera me dió hasta un pañuelo para los calores que me entraron..pero bueno, se veía bien y no entorpecían la conducción.
Y sin más contratiempos llegué a Salamanca, lo primero visita a la oficina de turismo (se convertiría en la norma del viaje al llegar a cada sitio) y a buscar el camping..Y recuerdos a los moteros que me saludaron cerca de la Plaza Mayor a la voz de "¡ese motero!"

Una vez montada la tienda, quitadas las maletas, el traje de romano y refrescado un poco tiramos para la ciudad y...sorprendente la cantidad de gente que había para estar en julio, los tunos cantando (y bebiendo ), gente quedando para irse de juerga, garitos para dar y tomar...señoras y señores ¡qué ciudad! me encantó.
La Plaza Mayor llenándose de gente.

Un rinconcito con encanto.

Y para irse acostumbrando cenita a la una de la mañana...

Fin del primer día y comienzo del segundo que había que salir tempranito porque Asturias me esperaba. En un principio iba a tirar hacia Oviedo pero al final me decidí por Gijón (en Oviedo ya había estado) pero no hay momento más importante para un motero que el de las buenas comidas y los mejores bocatas comprados en supermercados..como este de Palencia , si no recuerdo mal.

Ni que decir tiene que el bocadillo es de jamón..la buena vida, jeje. En este supermercado entré con absolutamente toda la equipación, casco incluido y la bolsa sobredeposito. Pués bien, me hcieron dejarlo todo en la entrada, manda ******** que por seguridad tenga que dejar casi 1000 euros al cuidado de un segurata (entre equipación y demás cacharritos), comentar que ésto solo me ha pasado en España. Estuve a punto de irme, pero tenía un "jama" que mi estomago parecía el león de la metro, así que tragué y..me comí mi bocata.
Continuamos con el viaje, dirección León y hacia el Puerto de Pajares..



El puerto lo cogí con tela de ganas, que ya me merecía unas buenas curvitas..y vaya si hay curvas, para todos los lados y de todos los tipos: abiertas, cerradas, de derechas, de izquierdas, hacia arriba, hacia abajo, de paella, con peralte, sin peralte, limpias, sucias, con arcen, sin arcen, rápidas, lentas, con visibilidad, sin visibilidad,.... (parezco el Forrest Gump

Aquí pude comprobar que es eso de que los latiguillos metálicos no se calientan, y de cómo frena la V..pués sí, los latiguillos de la V no duran na, cuando llegué abajo la primera vez ya casi no frfenaba nada de nada, notaba el tacto del freno esponjoso, así que para los reyes magos queda pendiente ponerle los latiguillos metálicos a la niña (la segunda bajada fui algo más relajado)
En fin, que baje el Puerto, me paré, miré para atrás, di la vuelta, tiré para arriba, me hice más fotos y volví a tirar para abajo, esta vez definitivamente y dirección Gijón.
Llegar a Gijón es muy fácil porque el útlimo tramo se hace, al menos yo lo hice así) por una autovía que está muy bien.
Y en Gijón repetimos la experiencia de buscar el punto de información turística, que para quien lo busque está en el paseo martimo, cuando te quedas pillado mirando para todos lados preguntándote hacia donde apunta la señal con la "i", solo tienes que mirar más hacia la derecha, casi, casdi en el muelle y ahí está, sin aire acondicionado, una estructura con cristales port odos lados..hacia más calor dentro de la oficina que fuera, pobres chavalas..
Me indicarón un par de campings, y me decidí por el que lleva el mismo nombre de la ciudad..baratito y al lado de la playa.

Y por hoy, vamos a dejarlo aquí que hay mucho que contar y hace tela de calor en esta Sevilla de mi alma