
¡para empezar! Ahora ¡Hola a todos! y a continuación escribo: Este tema se ha tocado con anterioridad y siempre he escrito, porque lo pienso, igual. Comencé con 10 años (bicis), esperando que comenzara la sesión de cine (había cine entonces aquí), para hurtar la bici de cualquiera de los muchachos que venían al pueblo desde las aldeas más cercanas. Calculaba el horario y, en ocasiones, hasta tenía que dejarla en las proximidades porque no llegaba a tiempo y me podían pillar... y lo que traía consigo (era un riesgo que había que correr). Así estuve (no cada sábado o domingo, pero con frecuencia), hasta los 12 años, cuando junto aun amigo de mi edad, decidímos comenzar a coger las motos (Derbis, Gimpson, etc.), que los pastores, albañiles y demás currantes dejaban a la puerta de su vivienda y sin candar (núnca forcé un candado o similar, ni bici ni ciclomotor). Afortunadamente no rompimos núnca ningún vehículo. Las motos las cogíamos a las 12 noche o 1-2 madrugada (cuando no quedaba nadie fuera de casa (aquí los chavales salen bastante porque no ocurren cosas desagradables). No me considero un ladrón y era consciente de qlo que hacía. Desconocía el código penal y demás, sabía que hacía mal, pero el instinto y la pasión podían con mi razón (no me excuso). Mi primera moto a los 14 y legal, fue una Gimpson de 49 (año 1974), me la compró mi padre de 2ª mano o 3ª. Las marchas desde el puño y maneta izquierdas). Disfruté como un tonto (sin alusiones... jejeje). 1 año después la derbi cross 49. 1 año más tarde trucada a "75" y rueda trailera detrás. Ahí comencé y me quedé con el "todo terreno", ya que para viajar solo pensaba que tenía que desplazarme. Tuve experiencias de mucha maneras y siempre con pasión, incluso después de caídas serias y con consecuencias importantes, yo siempre quería saber como estaba "mi moto". No recuerdo cuántas veces la bloqueó mi padre y yo, a veces la desbloqueaba y llegaba antes que volviera el (se enteraba y castigo sin salir), pero yo núnca podía parar.
Tuve suerte, pues no era obligado el casco (o no se metían con este tema), e iba muy rápido por el pueblo (siempre respeté un ceda, stop, cruce, etc, pero ya sabéis, acelerón, marchas, reducción muy seguida y freno... así era.
Cuando podía (con mucha frecuencia), tiraba al monte (caminos anchos, estrechos, mejor, peor, huerta, arroyos, ríos, saltos, trial, etc.) ¡Cómo disfrutaba! y cómo asumía mis caídas y sus consecuencias, sobre todo por el daño a mis padres (sentimental y económico). Pasé al carnet en el 78 (18 años), y me compraron un 127 de 2ª, pero mi moto era mi moto... no sentía igual (ni mucho menos), cuando conducía la moto o el cohe. Pasé a la Bultaco Frontera 250 y después a la Pursang 370 y más tarde a la K Kle500 y hasta hace un año y medio que adquirí (por vuestra culpa...jejeje), la V-650.
Siempre iba solo por esos terrenos de Dios, sin móvil, sin mapa y a la aventura. Eso sí, decía en casa dónde o porque zona o superficie iba a rodar (ya sabéis porqué), ya que las caídas en estas motos y por estos terrenos se dan más, como es lógico.
Me crucé con una V azul y no devolvió el saludo. En mi pueblo (hace 1 mes aprox.), parado en un stop, veo pasar una V-650 plateada del 2006 o anterior (mod. anterior a la mía "k7), salí detrás de él (muy equipado y por si era del foro), me puse a unos 5 m. y le pité (primero no me había saludad en el stop), le volví a pitar y llegaba a una gasolinera, le volví a pitar (miró por el espejo varias veces), dí mi intermitente derecho (como para aparcar en la gasolinera) y continuó (ni puñetero caso).
Lo dejé estar...

Mas tarde (hace 2 semanas), yendo al encuentro de Correcaminos y Coyote), por Riopar (Albacete), me crucé con una V-plata y ellos de negro-azul), les saqué mi mano y nada, nada de nada. Lo peor fue que tuve que parar porque no sabía si era Correcaminos, ya que habíamos quedado en "cruzarnos por el camino) ¡dilema!. Como no tenía cobertura... seguí al encuentro y..... nos encontramos por Siles (Jaén).
Perdonarme el "tochaco", pero esque soy motero (no sé cómo, pero siento la moto), incluso cuando voy a pie o en coche y las veo pasar. Desconocía lo del saludo, pero soy educado y solidario con cualquiera que esté en inferioridad o problemas... por lo que lo aprendí cuando comenc´ñe a pasear con la V el año pasado (antes con la 500 también lo había notado en ocasiones). Ahora saludo hasta a las culebras que me cruzo en la carretera y seguiré haciéndolo, por respeto al espíritu motero, el que comparto y el que siento desde hace mucho tiempo y no sabía por ignorancia...
Me quedo muy mal cuando saludo y no me lo devuelven, no es por egoísmo, es por falta de camaradería, compañerismo, espíritu, educación y respeto... y porque en mi saludo va mi respeto y amistad.
No he podido evitar todo el tocho, de verdad. He considerado que, después de leer todos vuestros mensajes, de alguna manera, ratifico y hago míos vuestras sensaciones y pesares, pero sobre todo, porque estoy convencido que, desde la humildad y el respeto, un saludo vale más que muchos de los preciados bienes que ansían muchas personas en esta vida.
Van unas verdes...

y os pido, de nuevo, disculpas por el "capítulo este"...
