Todo eso es verdad, Jose, y además es lógico y normal. Yo sólo limpio y ordeno (dentro de mis posibilidades) cuando viene alguien. El resto del tiempo, mantengo el nivel de limpieza dentro de los valores normales de salubridad y fuera.
Me gusta pensar que el suelo, los platos, los cristales, la nevera, la cama y el coche están mi servicio, no yo al suyo.
Aún así, cuando lo limpio todo me siento orgulllosísimo de mí mismo. Pero me dura muy poco.
