Llego de esa guisa al mostrador y me encuentro al dependiente mirándome muy atento, así que le pido directamente y me despacha con una rapidez sorprendente. Al darme la vuelta me encuentro de frente con una cola de seis o siete personas mirando al techo.

Situación que una vez fuera de allí y pasada la vergüenza me pareció curiosa e insólita en mi vida. Experimenté el lado oscuro de la sociedad por un instante y me parece que hay que estar mal educado de co*ones para vivir con comodidad así. Así que sí, creo que difícil lo tenemos. Y como la eugenesia está mal vista...
