Se que estuvo en las 24 horas en el circuit de Catalunya no hace demasiado, no recuerdo cuando, quizás un par de años, se le vio por el Paddock y no se si llegó a formar parte de algún equipo.
Pero nada más, a mi también me gustaba Garriga, creo que todos los que tuvimos una RD350 eramos fans de él.
Un buen piloto si señor, lastima que se perdiera en eso que se dice..
PARA QUIEN NO SEPA DE QUIEN HABLAMOS.... (Fuente revista MOtociclismo 30/07/08)
Los años ochenta fueron tiempos prodigiosos para el motociclismo español. Fueron tiempos de cambio en toda la sociedad española, y el motociclismo no fue ajeno a esa transformación. Momentos en los que los viejos mitos y los rancios tabúes se vinieron abajo, derribados por jóvenes dispuestos a reescribir la historia. Fueron tiempos en los que nuevos pilotos discutían la supremacía a los dos grandes talentos del motociclismo español, Ángel Nieto y Ricardo Tormo. Fueron aquellos años de ilusión en los que todo era posible, aunque nada nacía por generación espontánea: «Aspar» se destapó bajo el amparo de Tormo y el Moto Club Cullera; Sito Pons tuvo el respaldo de Cobas y su entorno íntimo; Cardús llegó de la mano de JJ y Moriana; y en Barcelona diversas tiendas mostraban un decidido apoyo a pilotos como Reyes, Gil, Boronat… Tiempos emprendedores.
ASÍ EMPEZÓ...
Y mientras toda esta generación se formaba, Joan Garriga salió como de la nada. Era un muchacho delgaducho y espigado, de pelo ensortijado, y de un rubio dorado como el de los querubines de las iglesias. Un angelito que, a fuerza de ver a los quemados culminar La Rabassada desde su casa de Vallvidrera, terminó aficionándose de todo corazón. Empezó a hacer carreras sueltas y subidas en cuesta en 1980, con sólo 17 años, en una época en la que el motociclismo aún no se había llenado de imberbes campeones, y a él se le podía considerar un talento precoz a lomos de una desfasada Yamaha TZ 250, quizás demasiado salvaje para él. Pero así era Joan, capaz de quemar etapas a pasos agigantados.
En 1981 hizo el Trofeo Senior 250 (fue octavo), y al año siguiente le disputó el título al riojano Paco Álvarez Eulate, que con una Siroko de JJ-Cobas se lo llevaba de calle hasta que sufrió una caída en la última curva de la última carrera, en Cullera. Eulate se rompió un brazo, pero le ayudaron a llegar a duras penas hasta la meta. Si Garriga hubiera reclamado, habría sido campeón, pero no lo hizo y se conformó con ser segundo. Fue el primer detalle, un gesto de nobleza que se convirtió en su tarjeta de presentación.
A partir de 1983, Garriga se convirtió en el piloto más polivalente de la velocidad española. Sólo tenía 20 años, pero parecía señalado como el hombre del futuro. Realmente era el hombre del presente. Folch le subió en sus motos para correr en las MOTOCICLISMO Series, en una Yamaha «proto» para la F-1 Prototipos, y en una Yamaha XJ900 para F-1 Siluetas. Y disputó el Nacional de 250 con su TZ, hasta que el equipo de Sito Pons puso a disposición una de las Kobas de Sito cuando éste se lesionó en el Gran Premio de Austria. Garriga fue cuarto en el Campeonato de España. Fue su primer encuentro con Sito y su entorno, una relación que terminó en encontronazo, un anticipo de su eterna disputa que, matizada por el tiempo, aún se mantiene. La rabia que les separó ya no está presente, pero todavía hoy sigue habiendo garriguistas y sitistas, gente que no da su brazo a torcer por más que pasen los años.
POLIVALENTE
Garriga tan pronto corría con la «dos y medio» en ese Nacional de aceras y farolas, como se subía en una moto de las Series, o se marcaba unas 24 Horas en Montjuïc, o una subida en cuesta. En 1984 despegó definitivamente. Ese año ganó el Nacional de 250 y debutó en el Mundial. Su paso por los Grandes Premios fue complicado, y allí surgieron las primeras dificultades con Pons y su entorno, porque iniciaron el año como compañeros dentro de la misma escudería, pero surgieron problemas y terminaron distanciados. También logró su primer triunfo en Montjuïc, y siguió prodigándose allí donde hubieran carreras. En 1985 hizo, por fin, un Mundial completo, a lomos de una JJ-Cobas 250, repitió victoria en las 24 Horas, y ganó las dos categorías superiores de las Series con una Suzuki GSX-R 750.
Todo seguía pasando deprisa, muy deprisa, casi sin tiempo de parar a pensar hacia dónde dirigir los pasos. Y casi sin darse cuenta, en 1986, se vio a lomos de la Cagiva 500 en la parrilla del Jarama, la primera prueba del Mundial. Joan apenas tenía 23 años y un amplio bagaje de éxitos en todo tipo de motos y campeonatos. Ese día también fue por delante de los acontecimientos y terminó octavo. Nunca antes la 500 de Varese había llegado tan lejos. Fue el delirio. Quizás ese día se comenzó a formar la corte de aduladores y amigos fáciles que atrae el éxito. Quizás fuera ése el momento en el que el verdadero Joan Garriga, aquel tallo con cara de ángel, dejo de existir. Quién sabe… La campaña con la Cagiva fue mediocre, como no podía ser de otra manera. Pilotos con mayor experiencia que Garriga habían fracasado estrepitosamente en semejante trance, pero Joan aún fue capaz de sacarle algún resultado presentable en el Mundial, aparte de una victoria fácil en un decrépito Campeonato de España.
En 1987 regresó al Mundial de 250.Los buenos oficios de Yamaha España y el apoyo de Tabacalera permitieron que accediera a una YZR 250 de fábrica. No decepcionó. En la segunda carrera, en Jerez, el día del estreno del circuito, fue tercero, subiendo por primera vez al podio. Meses después accedería al segundo peldaño del «cajón» en el Jarama, donde marcó la «pole position» y la vuelta rápida. Aquella temporada supuso su despegue definitivo, fue el nacimiento del «Boeing 747», un sobrenombre pasajero aunque inolvidable. También entonces empezó a lucir el diseño definitivo de su casco, un comecocos, un icono aparentemente amenazante, como dispuesto a devorarse todo lo que se le pusiera por delante.
SU DUELO CON SITO PONS
Aquellos resultados fueron confirmados sólo unos meses después, cuando él y Sito iniciaron aquella épica campaña de 1988. Una tras otra, en casi todas las carreras, se encontraron en el podio durante cinco largos meses, apasionantes e inolvidables. Garriga corrió con toda su alma, se mostró agresivo, dando una imagen dura, fuerte, contundente, como de rabia. Como si en cada curva buscara el desquite por viejos pleitos.
Como si su cerebro corriera más que él y su cuerpo buscara no perder el compás. Garriga transmitía una imagen agresiva, sin ataduras, de una sinceridad brutal, una actitud totalmente opuesta a la pulcritud y ponderación de las medidas palabras de Sito Pons. Garriga representaba la rebeldía. El estilo Pons se impuso mientras que la conexión directa entre el cerebro y la garganta de Garriga fue denostada. Todo sucedía, como siempre, deprisa, muy deprisa. El desenlace no le fue favorable, ya lo sabéis, y en aquella carrera de Goiania, la última del año, donde Sito se proclamó campeón, pareció apagarse la luz deslumbrante que acompañaba a Garriga.
Se mantuvo un año más en 250, un año de suplicios porque la Yamaha YZR no funcionó bien. Ya no pudo repetir las gestas del pasado. Y en 1990 decidió dar el salto a 500. La figura de Pons lo ensombrecía todo, y él no pudo apartarse de su alargada sombra. Ni siquiera su resultado a final de año, sexto, el mayor éxito de un piloto español en 500 en toda la historia, le sirvió de mucho, porque aquel ángel maravilloso ya había caído. Apenas hay buenos recuerdos de aquello, quizás el podio de Donington en 1992, su primero y único en 500. También rompió con el que fue su representante durante muchos años, Juan García Llach. Se había iniciado una espiral de desgracias. Joan había entrado en barrena y en busca de evadirse de todo encontró la salida fácil de la cocaína.
Acabada la temporada 1992 Tabacalera dijo basta y Garriga se vio a pie. Hasta que apareció Ducati con una oferta para correr Superbikes que, lógicamente, Garriga, a punto de cumplir 30 años, no rechazó. Pero el tiempo de la magia y las emociones había pasado. Paladeó el sabor del champagne en Hockenheim, pero sólo hizo cinco carreras. Después, el Gran Premio de Europa, en Montmeló, como piloto invitado a lomos de una Cagiva 500. Y dijo basta.
Desapareció de las motos. Se fue entre los reproches de muchos, señalado, marcado como un apestado. Lo peor estaba por venir.
Se le vinculó a asuntos turbios, se le acusó de haber provocado el incendio de su negocio para cobrar el seguro, se le involucró en un tema de narcotráfico, de falsificación de moneda. Terminó ante un tribunal, y aún antes de que el juez dictara sentencia se le condenó. Simplemente era culpable a los ojos de todos. Y nadie alzó la voz.
Recibió una despedida miserable por parte del mundo de las motos. Sólo unos pocos siguieron allí, cerca de él, en los malos tiempos, mientras que Joan iba y venía a la vida. Como hoy. Recordado por todos, pero con la indiferencia de muchos.
A estas alturas ya, qué más da: Joan sigue viviendo rebelde y libre.
JOAN GARRIGA
Nacido en Barcelona el 29 de marzo de 1963.
Debutó en competición en 1980, y su primer Gran Premio lo disputó en 1984.
Se retiró en 1993 tras cubrir la mitad de la temporada de Superbikes.
PALMARÉS
Subcampeón del Mundo de 250 (1988).
3 victorias en GP (250).
4 Campeonatos de España (250-500-Resistencia).
2 victorias en las 24 Horas de Montjuïc (1984-1985).
2 títulos en Motociclismo Series (1985).
1 Subcampeonato Trofeo Senior 250 (1982).
Este mismo año tengo entendido que estuvo en el Jarama en una exhibición de clásicas, dando unas vueltas al trazado con la Cagiva 500 que pilotó en su día.
A mi también me gustaba mucho Garriga (aunque yo por entonces era más de "Sito" ).Por desgracia las malas compañias,la droga,y vete tú a saber qué,enturbiaron la imagen de este temperamental y bravo piloto.
Por cierto,en el artículo no se hace mención de que Joan era tan excelente piloto como buen mecánico.Siempre tomaba parte activa en el desarrollo de sus motos,e incluso introdujo mejoras en la TZ250 que la llevaron,junto a su buen hacer,a codearse con las mejores NSR del momento.
Recuerdo una anécdota tonta del primer Gran Premio que Garriga disputó en EEUU,no recuerdo cual era.Joan se incribió con su nombre (Joan es Juan en catalán),y como allí este nombre es de mujer... pues creyeron que era un piloto que se había hecho un CAMBIO DE SEXO!!!!
Tengo entendido que a dia de hoy regenta un modesto negocio de motocicletas.Si es que el que lo lleva en la sangre...
P.D. ¿Este post no estaría mejor en "MUNDIAL DE MOTOCICLISMO"?
Pues a mi particularmente me encantaba, como piloto tenia mas h...... que sito, lo que pasa es que sito siempre tuvo mucho mas respaldo detras , el se lo tuvo que currar desde el principio , parecian el pijo y el pobre y como siempre pasa a perro flaco todo son pulgas.
Es mi opinion
escribiendo estas lineas siento mucha emoción, en el gran año de joan garriga 11. yo estaba en el servicio militar y no pude seguir todo el mundial, pero pude ver algunas carreras sueltas que me marcaron toda la vida. sere garrigista toda mi vida.
solo un gran deseo de mi vida joan garriga mucha suerte el resto de tu vida. un abrazo vs.
como cosa anecdotica os dire que despues de dejar las motos estuvo compitiendo con coches teledirijidos de gasolina.yo le vi en una carrera y me extraño un poco el cambio de actividad.salu2
Gracias Sonia por refrescarme la memoria con tu escrito , ya que de muchas cosas que nos cuentas casi no me acordaba, aunque todavia guardo una cinta de video en sistema Beta, que estaban de moda por entonces,con varias carreras grabadas, una creo que fue el gran premio de Suecia donde tubieron un mano a mano entre Garriga y Pons toda la carrera,llegando a meta casi iguales
Hace unos cuatro o cinco años vi en persona a Garriga en la celebracion del cincuenta aniversrio de las primeras 24 horas de Montjuich, en la recta de boxes hicieron la fiesta donde estuvieron muchos pilotos y muchas viejas glorias que corrieron esta famosa carrera ,y la verdad si no es por que lo llamaron para darle un obsequio, no lo hubiera reconocido nunca de lo desmejorado que estaba el hombre
amediogas escribió:...con varias carreras grabadas, una creo que fue el gran premio de Suecia donde tubieron un mano a mano entre Garriga y Pons toda la carrera,llegando a meta casi iguales..
Anderstop (Suecia) 1988. Estaba en un bar de Premià con unos cuantos amigos y habíamos quedado expresamente para ver las carreras. Aún se me ponen los pelos de punta. Brutal.
Salut
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Hace unos años, en el 2004, cuando estaba con la emprersa de tandas y cursillos, en el circuito de Pau Arnos, vino con unos amigos a rodar con una Ducati...y el que tuvo, retuvo....y se notaba que era "extraterrestre". ¡como iba el condenao!
La pena es que estaba "comido" por la droga, una estampa dramática.
En Terrassa (Barcelona) han inaugurado "Dafy Moto",una tienda de equipamiento y accesorios moteros (Está al lado del Norauto de Parc Vallés).Y estos primeros dias tienen expuesta una Yam gp500 de Garriga.Si estais cerca es una buena ocasión para verla de cerquita...
Bueno testamoro después de ver tu escrito me asombra de que joan es nombre de mujer en catalán yo soy mllorquin y hablamos algo parecido al catalán
Joan = hombre ...........Joana = mujer , gracias y perdona no voy a entrar en polémica, pero creo y puedo equivocarme Joan puede ser nombre de mujer en Inglis.
¡Es mas fácil amar a la humanidad en general que al vecino.!