Bueno, ya estoy un poco más descansado que ayer, aunque todavía dura la resaca motera del fin de semana.
Ya se ha dicho casi todo, pero en determinadas situaciones hay que ser reiterativo. Para mi la Estrella de Javalambre se resume en una ruta de ida y otra de vuelta. Aderezada con la compañía de gente que conozco y con la que se empieza uno a encontrar, cada vez más, a gusto a pesar de querer irme siempre solo tanto a la ida como a la vuelta. Menos mal que al final se imponía la cordura
(la poca que me queda) y me iba con vosotros.
Espero que La Coyote vaya al médico

y se restablezca pronto. Tanto para ella como para él, sólo tengo palabras de agradecimiento, tanto por la atención dispensada como por habernos hecho disfrutar de esa provincia que hace nada era una auténtica desconocida y ahora empieza a resultar más cercana.
También para Ferman, que fue el que firmó la mayoría de la ruta de regreso de Manzanera, con una carretera impresionante.
Agradecimiento también a los demás que han estado tanto en el viaje como en la estancia.
Un saludo.