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Cambiar el casco
ES TIEMPO DE CAMBIAR EL CASCO
Todos los años los distintos fabricantes presentan sus nuevos modelos, evolucionados técnicamente y visualmente, nuevos materiales, diseños, colores… Es entonces cuando nace la duda de si debemos cambiar el casco. Si podemos permitirnos el capricho, adelante!
Pero qué pasa cuando tenemos dudas sobre la vida útil del casco, si mantiene sus propiedades estructurales y sigue siendo seguro para protegernos.
Según los estudios y los fabricantes, la vida útil de un casco está entre tres y cinco años, incluso seis; todo depende del uso: si lo utilizamos a diario, si lo dejamos expuesto a los elementos, la manera como lo tratamos, si le damos pequeños golpes, lo dejamos caer… No olvidemos que los materiales con los cuales está constituido, pierden sus propiedades con los años, los polímeros se debilitan, las correas seden, las almohadillas se deforman perdiendo su capacidad de ajuste…
Pero lo más importante: si hemos sufrido un accidente y el casco presenta marcas o signos de algún golpe o raspadura, hay que sustituirlo; de igual manera si visualmente no presenta ninguna de estas alteraciones, también se debería cambiar, la razón es muy simple y es que el casco absorbe todo el impacto y por más que no lo veamos, puede tener importantes daños estructurales internos. No debemos jugar con nuestra seguridad.
A continuación exponemos unos puntos que sirvan de guía para saber cuando cambiar el casco:
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Si has estado expuesto a cualquier tipo accidente con el casco. La estructura del mismo habrá recibido algún tipo de impacto visible o no, y como consecuencia no puede ofrecer el mismo nivel de protección.
- Hay signos de holgura entre el polímero interior y la calota, puedes comprobarlo poniéndote el casco con las correas bien ajustadas, sujétalo con las manos firmemente y sacude la cabeza, si notas que el interior se mueve es que comienza a deteriorarse.
- Lo mismo sucede con las almohadillas o acolchado interior, si notas que tu cabeza baila dentro del casco, si se deshace la espuma frotando, si presentan signos de desgaste por el uso, el sudor y el lavado, sustitúyelas por unas nuevas; de no poder ser desmontables, es momento de buscar un casco nuevo.
- El sistema de retención pierde sus propiedades con el uso y el sudor, quedando secas y holgadas las correas, los sistemas de cierre pierden rapidez.
- Hay fisuras, raspaduras o golpes en la calota externa.
- La cuenta atrás del casco comienza con la fecha de fabricación, muchas marcas condicionan la garantía con el año de fabricación del casco, si es de tres años y el casco lleva en su caja un año, la garantía se reduce a dos años. Debemos tener en cuenta que los materiales comienzan a deteriorarse incluso estando dentro de su embalaje, pero esto es siempre mucho más lento que con un uso intesivo.
Es muy importante que pensemos en nuestra seguridad. Recordemos que la cabeza no rebota.