Lo ideal es no caerse
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#1 Lo ideal es no caerse
Encontré esto en el foro de Deauvilleros.com (copy&paste):
La caída
La principal defensa del motorista contra la caída, es la PREVENCIÓN. Aunque la seguridad vial no es el objetivo de este manual, no quiero dejar pasar la oportunidad de llamar la atención sobre unos puntos esenciales para aquella:
Seguir escrupulosamente las reglas y normas de tráfico.
Mantener la distancia de seguridad SIEMPRE y circular más bien de cara al hueco, antes que colocarse justo detrás de la parte trasera de otro vehículo.
No confiar nunca en que los demás vehículos van a seguir las reglas del tráfico.
Mantener bajo control nuestra velocidad, conduciendo siempre con la sensación de tener un amplio margen de seguridad en nuestro pilotaje, tanto si nuestro nivel es alto, como si es bajo.
Prestar mucha atención a las condiciones del suelo. El agua, la gravilla, la grasa, las señales de tráfico sobre el asfalto, etc., hay que detectarlas en la distancia y no cuando ya estemos encima de ellas. Seguir las recomendaciones que doy para cada una de estas circunstancias en el capítulo de "Lluvia".
Derrape de ruedas en las tumbadas.
Cuando la rueda derrapa en plena tumbada, nos encontramos en la puerta de entrada de una caída. Si es la rueda delantera la que derrapa, nos iremos al suelo de manera brusca e irremediable. Seremos conscientes de lo que ha pasado cuando ya estemos en el suelo. Por tanto, la única manera de evitar la caida por esta causa es, una vez mas, la prevención: Evitar que la amortiguación delantera trabaje en su límite físico de compresión y no sobrepasar un grado de tumbada racional. Estamos hablando de control de la velocidad antes de la tumbada y de un uso del freno delantero civilizado. Tanto más hay que disminuir la velocidad, cuanto más irregularidades tenga el asfalto y cuando el suelo tenga poca adherencia, En el capítulo de "lluvia" hablaremos de que hacer en esta circunstancia. Por último, recordar que la rueda delantera no se puede torcer lo mas mínimo y debe de seguir el eje mayor de la moto aún cuando nos hayamos colado en velocidad, circunstancia en la que con seguridad estaremos empleando el freno delantero. La única excepción a esto es cuando estemos controlando una derrapada de rueda trasera, como veremos a continuación.
El derrape de la rueda trasera, al contrario que la delantera, nos ofrece la oportunidad de controlarlo y recuperar de nuevo la trayectoria. El primer movimiento a realizar en cuanto sintamos que la moto se nos va de atrás, es incorporarse para trasladar el máximo peso a la rueda trasera y a la cadera y pié del lado de la derrapada, contrabalanceando el tronco hacia el mismo lado para contrarrestar la inclinación de la moto y girando el manillar en el mismo sentido para evitar que la rueda trasera sobrepase la delantera e invierta nuestra dirección, en cuyo caso hemos perdido la partida. Es conveniente accionar el embrague para quitar la tracción a la rueda trasera y evitar la tentación de frenar con el freno delantero. Si la pérdida de adherencia ha sido por una mala utilización del freno trasero, hay que levantar el pié de la palanca de manera inmediata. La pierna contraria puede separarse de la moto, extendiéndola hacia delante por si en un momento determinado precisamos de su apoyo transitorio para evitar la caída y, en cualquier caso, para que la moto no la atrape debajo en caso de que finalmente se vaya al suelo. Esta técnica se utiliza con mucha frecuencia en el "fuera de carretera" (Fig. 1).
Fig. 1: Control de la derrapada
Objetos pequeños en nuestra trayectoria.
Si el objeto que se interpone en nuestra trayectoria es pequeño, por ejemplo una piedra o un perro que se cruza y no da tiempo a esquivarlo, la posibilidad de que evitemos la caída es grande si controlamos la trayectoria de la moto. Cuando se produce el choque, la rueda delantera saltará hacia arriba y nuestro cuerpo será catapulta do hacia delante, recayendo todo nuestro peso de manera no equilibrada sobre el manillar que se torcerá hacia un lado. Este desequilibrio será mayor si previamente hemos querido, quizás de manera instintiva, evitar el impacto ladeando la moto. La consecuencia es que la moto vuelve a tocar el suelo con el manillar ladeado, inclinada y con nuestro cuerpo desequilibrado sobre ella. Si la rueda delantera no ha apartado el objeto, la trasera rebotará sobre él dándonos el golpe de gracia para mandarnos al suelo. Si embargo, probablemente podremos evitar toda esta secuencia de hechos si hacemos lo siguiente:
Apurada de frenada hasta instantes antes del choque, manteniendo la moto erguida y sin intentar cambiar su trayectoria.
Justo antes del impacto, soltar frenos y agarrar fuertemente el manillar para evitar que se tuerza hacia un lado; ponerse de pies y trasladar todo el cuerpo hacia atrás, sobre el asiento del pasajero, estirando los brazos.
Tras el choque y al contactar de nuevo la rueda delantera en el suelo, seguir manteniendo recto y en la dirección adecuada el manillar. Si se ha producido el rebote de la rueda trasera, nos habrá pillado de pies y en una posición mas anterior como consecuencia de choque con la delantera y no nos golpeará los glúteos para mandarnos fuera. Si la moto cae ladeada del tren posterior la podremos compensar bien si seguimos manteniendo el control de la rueda delantera
Técnica de la caída
La caída no suele tener consecuencias físicas graves si en nuestro trayecto por el suelo no nos encontramos con ningún objeto.
Cuando veamos que la caída es inevitable, hay que soltar la máquina. NO QUEDARSE NUNCA AGARRADOS AL MANILLAR (Fig. 2). El objetivo es rodar por el suelo SIN APOYAR manos, ni codos, ni pies, flexionando ligeramente la cabeza sobre el pecho cuando nos deslicemos sobre la espalda o un costado. De esta manera se evitarán muchas fracturas.
Fig. 2: Soltando la moto
Si un choque frontal es inevitable, lo mejor es levantarse de la moto y momentos antes del impacto soltar el manillar e intentar saltar por encima del objeto si hay espacio. Otras veces el espacio puede estar por debajo en nuestra trayectoria, en cuyo caso hay que echar la moto al suelo y soltarla para deslizarse por el hueco.
Si no existe espacio ni por arriba ni por abajo y tenemos cierto tiempo para maniobrar después de la frenada, es mejor siempre evitar el impacto frontal. Cambiar la trayectoria, echar la moto al suelo, soltarla e ir derrapando hasta el impacto, que debemos de procurar que no sea con la cabeza ni con el pecho.
El equipo
En la caída es cuando un buen equipamiento se agradece. Casco, guantes, botas y traje de cuero nos ayudarán a minimizar muchas lesiones. No solamente por golpes, sino por la abrasión del roce con el asfalto.
El pasajero.
Como he dicho en los capítulos anteriores, debe de implicarse en la conducción de la moto y estar siempre atento a lo que sucede. Esto le alertará de una caída inmediata y podrá adoptar medidas instintivas de defensa: Tensión muscular, soltarse del conductor, buscar huecos, rodar sin apoyos, proteger la cabeza, etc. No existe nada más potencialmente dañino que el golpe le coja desprevenido.
La caída
La principal defensa del motorista contra la caída, es la PREVENCIÓN. Aunque la seguridad vial no es el objetivo de este manual, no quiero dejar pasar la oportunidad de llamar la atención sobre unos puntos esenciales para aquella:
Seguir escrupulosamente las reglas y normas de tráfico.
Mantener la distancia de seguridad SIEMPRE y circular más bien de cara al hueco, antes que colocarse justo detrás de la parte trasera de otro vehículo.
No confiar nunca en que los demás vehículos van a seguir las reglas del tráfico.
Mantener bajo control nuestra velocidad, conduciendo siempre con la sensación de tener un amplio margen de seguridad en nuestro pilotaje, tanto si nuestro nivel es alto, como si es bajo.
Prestar mucha atención a las condiciones del suelo. El agua, la gravilla, la grasa, las señales de tráfico sobre el asfalto, etc., hay que detectarlas en la distancia y no cuando ya estemos encima de ellas. Seguir las recomendaciones que doy para cada una de estas circunstancias en el capítulo de "Lluvia".
Derrape de ruedas en las tumbadas.
Cuando la rueda derrapa en plena tumbada, nos encontramos en la puerta de entrada de una caída. Si es la rueda delantera la que derrapa, nos iremos al suelo de manera brusca e irremediable. Seremos conscientes de lo que ha pasado cuando ya estemos en el suelo. Por tanto, la única manera de evitar la caida por esta causa es, una vez mas, la prevención: Evitar que la amortiguación delantera trabaje en su límite físico de compresión y no sobrepasar un grado de tumbada racional. Estamos hablando de control de la velocidad antes de la tumbada y de un uso del freno delantero civilizado. Tanto más hay que disminuir la velocidad, cuanto más irregularidades tenga el asfalto y cuando el suelo tenga poca adherencia, En el capítulo de "lluvia" hablaremos de que hacer en esta circunstancia. Por último, recordar que la rueda delantera no se puede torcer lo mas mínimo y debe de seguir el eje mayor de la moto aún cuando nos hayamos colado en velocidad, circunstancia en la que con seguridad estaremos empleando el freno delantero. La única excepción a esto es cuando estemos controlando una derrapada de rueda trasera, como veremos a continuación.
El derrape de la rueda trasera, al contrario que la delantera, nos ofrece la oportunidad de controlarlo y recuperar de nuevo la trayectoria. El primer movimiento a realizar en cuanto sintamos que la moto se nos va de atrás, es incorporarse para trasladar el máximo peso a la rueda trasera y a la cadera y pié del lado de la derrapada, contrabalanceando el tronco hacia el mismo lado para contrarrestar la inclinación de la moto y girando el manillar en el mismo sentido para evitar que la rueda trasera sobrepase la delantera e invierta nuestra dirección, en cuyo caso hemos perdido la partida. Es conveniente accionar el embrague para quitar la tracción a la rueda trasera y evitar la tentación de frenar con el freno delantero. Si la pérdida de adherencia ha sido por una mala utilización del freno trasero, hay que levantar el pié de la palanca de manera inmediata. La pierna contraria puede separarse de la moto, extendiéndola hacia delante por si en un momento determinado precisamos de su apoyo transitorio para evitar la caída y, en cualquier caso, para que la moto no la atrape debajo en caso de que finalmente se vaya al suelo. Esta técnica se utiliza con mucha frecuencia en el "fuera de carretera" (Fig. 1).
Fig. 1: Control de la derrapada
Objetos pequeños en nuestra trayectoria.
Si el objeto que se interpone en nuestra trayectoria es pequeño, por ejemplo una piedra o un perro que se cruza y no da tiempo a esquivarlo, la posibilidad de que evitemos la caída es grande si controlamos la trayectoria de la moto. Cuando se produce el choque, la rueda delantera saltará hacia arriba y nuestro cuerpo será catapulta do hacia delante, recayendo todo nuestro peso de manera no equilibrada sobre el manillar que se torcerá hacia un lado. Este desequilibrio será mayor si previamente hemos querido, quizás de manera instintiva, evitar el impacto ladeando la moto. La consecuencia es que la moto vuelve a tocar el suelo con el manillar ladeado, inclinada y con nuestro cuerpo desequilibrado sobre ella. Si la rueda delantera no ha apartado el objeto, la trasera rebotará sobre él dándonos el golpe de gracia para mandarnos al suelo. Si embargo, probablemente podremos evitar toda esta secuencia de hechos si hacemos lo siguiente:
Apurada de frenada hasta instantes antes del choque, manteniendo la moto erguida y sin intentar cambiar su trayectoria.
Justo antes del impacto, soltar frenos y agarrar fuertemente el manillar para evitar que se tuerza hacia un lado; ponerse de pies y trasladar todo el cuerpo hacia atrás, sobre el asiento del pasajero, estirando los brazos.
Tras el choque y al contactar de nuevo la rueda delantera en el suelo, seguir manteniendo recto y en la dirección adecuada el manillar. Si se ha producido el rebote de la rueda trasera, nos habrá pillado de pies y en una posición mas anterior como consecuencia de choque con la delantera y no nos golpeará los glúteos para mandarnos fuera. Si la moto cae ladeada del tren posterior la podremos compensar bien si seguimos manteniendo el control de la rueda delantera
Técnica de la caída
La caída no suele tener consecuencias físicas graves si en nuestro trayecto por el suelo no nos encontramos con ningún objeto.
Cuando veamos que la caída es inevitable, hay que soltar la máquina. NO QUEDARSE NUNCA AGARRADOS AL MANILLAR (Fig. 2). El objetivo es rodar por el suelo SIN APOYAR manos, ni codos, ni pies, flexionando ligeramente la cabeza sobre el pecho cuando nos deslicemos sobre la espalda o un costado. De esta manera se evitarán muchas fracturas.
Fig. 2: Soltando la moto
Si un choque frontal es inevitable, lo mejor es levantarse de la moto y momentos antes del impacto soltar el manillar e intentar saltar por encima del objeto si hay espacio. Otras veces el espacio puede estar por debajo en nuestra trayectoria, en cuyo caso hay que echar la moto al suelo y soltarla para deslizarse por el hueco.
Si no existe espacio ni por arriba ni por abajo y tenemos cierto tiempo para maniobrar después de la frenada, es mejor siempre evitar el impacto frontal. Cambiar la trayectoria, echar la moto al suelo, soltarla e ir derrapando hasta el impacto, que debemos de procurar que no sea con la cabeza ni con el pecho.
El equipo
En la caída es cuando un buen equipamiento se agradece. Casco, guantes, botas y traje de cuero nos ayudarán a minimizar muchas lesiones. No solamente por golpes, sino por la abrasión del roce con el asfalto.
El pasajero.
Como he dicho en los capítulos anteriores, debe de implicarse en la conducción de la moto y estar siempre atento a lo que sucede. Esto le alertará de una caída inmediata y podrá adoptar medidas instintivas de defensa: Tensión muscular, soltarse del conductor, buscar huecos, rodar sin apoyos, proteger la cabeza, etc. No existe nada más potencialmente dañino que el golpe le coja desprevenido.
DL650 k4 Azul y tuneá
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- Pesao
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- Ubicación: LA LINEA (CÁDIZ)
#5
INTERESANTE.
LO QUE PASA QUE HACE FALTA MUCHA EXPERIENCIA Y CUANDO TE PASA REACCIONAS COMO PUEDES. OTRAS NI TE DA TIEMPO.
OS LO PONGO EN INGLÉS YA QUE LOS MOTEROS DE ESTAS ISLAS SON DE LO MEJORCITO, TANTO EN COCHE COMO A DOS RUEDAS.
"DEFENSIVE DRIVING" O SEA QUE CONDUCID A LA DEFENSIVA.
SALUDOS. :D :D :D
LO QUE PASA QUE HACE FALTA MUCHA EXPERIENCIA Y CUANDO TE PASA REACCIONAS COMO PUEDES. OTRAS NI TE DA TIEMPO.
OS LO PONGO EN INGLÉS YA QUE LOS MOTEROS DE ESTAS ISLAS SON DE LO MEJORCITO, TANTO EN COCHE COMO A DOS RUEDAS.
"DEFENSIVE DRIVING" O SEA QUE CONDUCID A LA DEFENSIVA.
SALUDOS. :D :D :D
"Entre Sierra Carbonera y el Peñon de Gibraltar (ESPAÑOL)..."
- spauser
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- Ubicación: Donde me encuentro me hallo
#8 Re: Lo ideal es no caerse
Yo es que soy vago de coj**es y la verdad no me apetece leer tanto. Ni que todavía fuera estudianteelbinguero escribió:Encontré esto en el foro de Deauvilleros.com (copy&paste):
La caída
La principal defensa del motorista contra la caída, es la PREVENCIÓN. Aunque la seguridad vial no es el objetivo de este manual, no quiero dejar pasar la oportunidad de llamar la atención sobre unos puntos esenciales para aquella:
Seguir escrupulosamente las reglas y normas de tráfico.
Mantener la distancia de seguridad SIEMPRE y circular más bien de cara al hueco, antes que colocarse justo detrás de la parte trasera de otro vehículo.
No confiar nunca en que los demás vehículos van a seguir las reglas del tráfico.
Mantener bajo control nuestra velocidad, conduciendo siempre con la sensación de tener un amplio margen de seguridad en nuestro pilotaje, tanto si nuestro nivel es alto, como si es bajo.
Prestar mucha atención a las condiciones del suelo. El agua, la gravilla, la grasa, las señales de tráfico sobre el asfalto, etc., hay que detectarlas en la distancia y no cuando ya estemos encima de ellas. Seguir las recomendaciones que doy para cada una de estas circunstancias en el capítulo de "Lluvia".
Derrape de ruedas en las tumbadas.
Cuando la rueda derrapa en plena tumbada, nos encontramos en la puerta de entrada de una caída. Si es la rueda delantera la que derrapa, nos iremos al suelo de manera brusca e irremediable. Seremos conscientes de lo que ha pasado cuando ya estemos en el suelo. Por tanto, la única manera de evitar la caida por esta causa es, una vez mas, la prevención: Evitar que la amortiguación delantera trabaje en su límite físico de compresión y no sobrepasar un grado de tumbada racional. Estamos hablando de control de la velocidad antes de la tumbada y de un uso del freno delantero civilizado. Tanto más hay que disminuir la velocidad, cuanto más irregularidades tenga el asfalto y cuando el suelo tenga poca adherencia, En el capítulo de "lluvia" hablaremos de que hacer en esta circunstancia. Por último, recordar que la rueda delantera no se puede torcer lo mas mínimo y debe de seguir el eje mayor de la moto aún cuando nos hayamos colado en velocidad, circunstancia en la que con seguridad estaremos empleando el freno delantero. La única excepción a esto es cuando estemos controlando una derrapada de rueda trasera, como veremos a continuación.
El derrape de la rueda trasera, al contrario que la delantera, nos ofrece la oportunidad de controlarlo y recuperar de nuevo la trayectoria. El primer movimiento a realizar en cuanto sintamos que la moto se nos va de atrás, es incorporarse para trasladar el máximo peso a la rueda trasera y a la cadera y pié del lado de la derrapada, contrabalanceando el tronco hacia el mismo lado para contrarrestar la inclinación de la moto y girando el manillar en el mismo sentido para evitar que la rueda trasera sobrepase la delantera e invierta nuestra dirección, en cuyo caso hemos perdido la partida. Es conveniente accionar el embrague para quitar la tracción a la rueda trasera y evitar la tentación de frenar con el freno delantero. Si la pérdida de adherencia ha sido por una mala utilización del freno trasero, hay que levantar el pié de la palanca de manera inmediata. La pierna contraria puede separarse de la moto, extendiéndola hacia delante por si en un momento determinado precisamos de su apoyo transitorio para evitar la caída y, en cualquier caso, para que la moto no la atrape debajo en caso de que finalmente se vaya al suelo. Esta técnica se utiliza con mucha frecuencia en el "fuera de carretera" (Fig. 1).
Fig. 1: Control de la derrapada
Objetos pequeños en nuestra trayectoria.
Si el objeto que se interpone en nuestra trayectoria es pequeño, por ejemplo una piedra o un perro que se cruza y no da tiempo a esquivarlo, la posibilidad de que evitemos la caída es grande si controlamos la trayectoria de la moto. Cuando se produce el choque, la rueda delantera saltará hacia arriba y nuestro cuerpo será catapulta do hacia delante, recayendo todo nuestro peso de manera no equilibrada sobre el manillar que se torcerá hacia un lado. Este desequilibrio será mayor si previamente hemos querido, quizás de manera instintiva, evitar el impacto ladeando la moto. La consecuencia es que la moto vuelve a tocar el suelo con el manillar ladeado, inclinada y con nuestro cuerpo desequilibrado sobre ella. Si la rueda delantera no ha apartado el objeto, la trasera rebotará sobre él dándonos el golpe de gracia para mandarnos al suelo. Si embargo, probablemente podremos evitar toda esta secuencia de hechos si hacemos lo siguiente:
Apurada de frenada hasta instantes antes del choque, manteniendo la moto erguida y sin intentar cambiar su trayectoria.
Justo antes del impacto, soltar frenos y agarrar fuertemente el manillar para evitar que se tuerza hacia un lado; ponerse de pies y trasladar todo el cuerpo hacia atrás, sobre el asiento del pasajero, estirando los brazos.
Tras el choque y al contactar de nuevo la rueda delantera en el suelo, seguir manteniendo recto y en la dirección adecuada el manillar. Si se ha producido el rebote de la rueda trasera, nos habrá pillado de pies y en una posición mas anterior como consecuencia de choque con la delantera y no nos golpeará los glúteos para mandarnos fuera. Si la moto cae ladeada del tren posterior la podremos compensar bien si seguimos manteniendo el control de la rueda delantera
Técnica de la caída
La caída no suele tener consecuencias físicas graves si en nuestro trayecto por el suelo no nos encontramos con ningún objeto.
Cuando veamos que la caída es inevitable, hay que soltar la máquina. NO QUEDARSE NUNCA AGARRADOS AL MANILLAR (Fig. 2). El objetivo es rodar por el suelo SIN APOYAR manos, ni codos, ni pies, flexionando ligeramente la cabeza sobre el pecho cuando nos deslicemos sobre la espalda o un costado. De esta manera se evitarán muchas fracturas.
Fig. 2: Soltando la moto
Si un choque frontal es inevitable, lo mejor es levantarse de la moto y momentos antes del impacto soltar el manillar e intentar saltar por encima del objeto si hay espacio. Otras veces el espacio puede estar por debajo en nuestra trayectoria, en cuyo caso hay que echar la moto al suelo y soltarla para deslizarse por el hueco.
Si no existe espacio ni por arriba ni por abajo y tenemos cierto tiempo para maniobrar después de la frenada, es mejor siempre evitar el impacto frontal. Cambiar la trayectoria, echar la moto al suelo, soltarla e ir derrapando hasta el impacto, que debemos de procurar que no sea con la cabeza ni con el pecho.
El equipo
En la caída es cuando un buen equipamiento se agradece. Casco, guantes, botas y traje de cuero nos ayudarán a minimizar muchas lesiones. No solamente por golpes, sino por la abrasión del roce con el asfalto.
El pasajero.
Como he dicho en los capítulos anteriores, debe de implicarse en la conducción de la moto y estar siempre atento a lo que sucede. Esto le alertará de una caída inmediata y podrá adoptar medidas instintivas de defensa: Tensión muscular, soltarse del conductor, buscar huecos, rodar sin apoyos, proteger la cabeza, etc. No existe nada más potencialmente dañino que el golpe le coja desprevenido.

Yo lo simplifico en: ves a saco y procura no caerte, majete ;-)
Más claro y simple no puede ser...
Y cada uno que entienda en qué nivel está su "a saco" , que luego nos quejamos .-1
Soy responsable de lo que digo, no de lo que tú entiendas