Acompañado por Lydia (Lovelennon), Jaime (Mamut) y Oscar (Quentin) iniciamos este viaje que nos llevó a recorrer la isla corsa.
Debido a la procedencia de los integrantes del grupo, las etapas se dividieron en seis días.
Día 1
Desplazamiento desde puntos de origen hasta Barcelona para embarcar rumbo a Cerdeña.
Día 2
Barcelona-Porto Torres (Cerdeña) en barco “nocturno”, Porto Torres-Santa Teresa Gallura por carretera, Santa Teresa Gallura-Bonifacio (Córcega) en ferry y Ruta por Córcega (marcada en color rojo).
Día 3
Ruta por Córcega (marcada en color verde).
Día 4
Ruta por Córcega (marcada en color fucsia).
Día 5
Ruta por Córcega (marcada en color azul) y embarque en Ajaccio rumbo a Francia.
Día 6
Ajaccio-Marseille (Francia) en barco “nocturno”, Marseille-Narbonne y regreso a puntos de origen.

Aquí da inicio la crónica de este viaje:

El jueves, tras comer con algunos compañeros del foro, nos dirigimos a PADDOCK para tomar algo y charlar un rato con l@s amig@s que finalmente decidieran pasarse por allí.


A las 20,00 horas nos despedimos de tod@s y enfilamos hacía el puerto para embarcar. Tras un buen rato de espera subimos a bordo, aseguramos las motos para la travesía, nos cambiamos de ropa para estar cómod@s, cenamos y nos fuimos a tomar una copa en cubierta.


La lluvia que caía sin cesar dejó lo dejó todo impracticable. Tanta agua hacía presagiar mal tiempo para cuando llegáramos a Cerdeña.
Al final decidimos irnos a descansar ya que el frío apretaba y el cansancio empezaba a ser visible en algun@s de nosotr@s.


La travesía fué realmente plácida y salvo el calor que pasamos en el camarote no hubo nada destacable. Por la mañana, con algún retraso sobre el horario previsto, llegamos a Porto Torres (Cerdeña). De la lluvia no había ni rastro y el cielo, salvando algunas nubes blancas, aparecía despejado.
Sin tiempo para más, tomamos rumbo a Santa Teresa Gallura donde embarcaríamos en el ferry que nos llevaría hasta Bonifacio (Córcega).


Tras la comida, mientras esperábamos la llegada del ferry, aprovechamos para hacernos una foto en grupo.

El ferry que nos tenía que llevar hasta Bonifacio hizo su entrada en el puerto y tras embarcar a la hora prevista puso rumbo a Córcega.
Atrás quedaban Santa Teresa Gallura y la isla de Cerdeña.


La travesía, de apenas cincuenta minutos, fué tranquila y pasó rápidamente.


Casi sin darnos cuenta aparecieron ante nuestros ojos los acantilados sobre los que se asienta la población de Bonifacio (Córcega).
Las imágenes desde el barco eran impresionantes y pudimos comprobar su grandeza a medida que nos acercábamos.


El ferry siguió avanzando y poco a poco se fué haciendo visible la entrada al puerto de Bonifacio. Imágenes impresionantes de cuevas, rocas y acantilados.


La vista de la ciudad desde el ferry, justo antes de anclar, era sencillamente fantástica.

Daba inicio nuestra “andadura motera” en la isla… la ruta discurriría por Sartene, Propriano, Favalello, Petreto, Sollacaro, Filitosa, Olmeto y Fígaro para llegar a Porto Vecchio donde pernoctaríamos.

La carretera de la costa suroeste nos ofreció curvas y asfalto para disfrutar de la carretera e imágenes y vistas de una belleza indescriptible.



Ya había oscurecido cuando llegamos a Porto Vecchio y tras ducharnos y ponernos ropa cómoda fuimos a cenar al casco antiguo de la ciudad.
La estampa de esta villa era increíble y las vistas del puerto, a la luz de la luna, realmente espectaculares.






El primer día “completo” en Córcega se presentaba de lo más atractivo. La ruta era larga y el recorrido prometía sensaciones.
El puerto nos deparó imágenes típicamente marineras. Fué un buen "aperitivo" para iniciar la jornada.

Desde Porto Vecchio iniciamos la ruta que nos llevaría hasta Aléria, pasando por Zonza, Santa-Lucie-Tallano, Aullene, Cauro, Bastelica, Bocognano, Vivario y Ghisoni.


Un cafelito para “engañar al estómago” y nuevamente en marcha.






El paso por poblaciones típicas de la zona, cargadas de historia y una belleza especial, fueron una constante a lo largo de todo el recorrido.




También fué una constante la visión de animales en la calzada o pastando tranquilamente a escasos centímetros de la misma.




En algunos puntos el asfalto era “infumable”; pero a cambio el paisaje que rodeaba la carretera era realmente espectacular con árboles altísimos y un ambiente fresco y silencioso.
Poblaciones enclavadas en plena naturaleza y ríos perdidos entre valles, bosques y montañas.



L@s integrantes del grupo: Lovelennon, Mamut, Quentin y Stormbringer.




Al final del día aparecieron los indicadores hacia Alería y recorrimos los últimos kilómetros hasta llegar a la población donde pernoctaríamos.


Entrada la noche llegamos a Aléria, aparcamos las motos en la zona que nos designaron dentro del hotel y tras ponernos cómod@s salimos de compras y fuimos a cenar.

La ruta del cuarto día se presentaba tanto o más interesante que la del día anterior: salida en Aléria, paso por Casamozza, Casatorra, Olmeta di Tuda, Oletta, Saint Florent, Nonza, Pino, Rogliano, Bastia, Patrimonio, L’Ille Rouse, Pigna, Cateri, Lavatoggio, Lumio y llegada a Calvi.


Los primeros kilómetros enre Aléria y Casatorra discurrieron entre tráfico denso y rectas interminables. Lo “bueno” empezó en el tramo desde esta población hasta Saint Florent; pero sobre todo fue espectacular el recorrido por la costa del Cabo Corso.

La arena negra de las playas del noroeste con sus famosas “escrituras”.


La carretera que bordea la costa es una verdadera gozada y totalmente apta para circular en moto por ella.






En el camino pudimos admirar uno de los muchos torreones que se encuentran enclavados en diversas zonas costeras de la isla.

Tras un paso fugaz por Bastia seguimos en dirección a Calvi.
El tramo de carretera entre Bastia y Saint Florent es espectacular; aunque los kilómetros que configuran la ruta que atraviesa de una costa a otra son una verdadera “pasada” para disfrutar de ellos sobre la moto.




A primera hora de la tarde unos densos nubarrones hacían presagiar lluvía; pero al final la cosa quedó en nada.

Tras llegar a l’Ille Rousse pudimos comprobar que la población, el puerto y su zona costera son tan impresionantes como nos habían descrito.




Al final del día llegamos a Calvi.
En el hotel donde íbamos a pernoctar nos cambiamos para, a continuación, salir a dar un paseo por la zona portuaria.





Tras el paseo, una suculenta cena a base de pizzas y pasta.


El último día de estancia en Córcega lo aprovechamos para recorrer el litoral Oeste de la isla. Si las carreteras corsas son en general recomendables para recorrer en moto, algunos tramos de esta costa fueron “memorables”.
La ruta que seguimos pasaba por Calvi, Osani, Porto, Piana, Cargese, Sagone, Calcatoggio, Castagnola y Ajaccio.

Como decía, carreteras y paisajes para disfrutar y recordar durante mucho tiempo.











Las playas de Porto y todo su entorno son un verdadero regalo para la vista.




En el camino nos encontramos de nuevo con uno de los “famosos” torreones.

Tras recorrer algunos kilómetros más llegamos a la capital, Ajaccio.
Pasamos por la zona de playas y enfilamos hacia el puerto para, desde allí, iniciar un breve recorrido por la ciudad.





A las 18,00 horas embarcamos en un buque de la compañía "Le Meridionale" que nos llevaría desde Ajaccio hasta Marseille (Francia).


Antes de zarpar pudimos contemplar una panorámica de la ciudad.


A las 19,00 horas el barco empezó a moverse y en algo menos de media hora la isla de Córcega empezó a quedar más y más lejos de nosotr@s.

La experiencia en tierras corsas fué excepcional, tanto, que al marchar de la isla pensé algo que sólo ocurre cuando he visitado lugares que me han dejado huella: "VOLVERE".
