Bien, voy a dejar en este hilo el primero de la serie de artículos versados sobre la conducción de la moto que venimos anunciando. Pero antes, antes todavía de abrir la puerta de nuestro garaje para subirnos en nuestra moto, tengamos en cuenta un aspecto sicológico importantísimo, a mi modo de ver, para la mente del motorista.
Antes de subirnos a una moto, antes siquiera de pensar en comprarnos una, estamos obligados a dejar a un lado esa mentalidad ausente con la que viajamos en tren, en avión o, la más habitual, con la que conducimos un coche.
Dentro del coche el viaje siempre es el mismo: Si hace frío, calefacción; si hace calor, aire acondicionado; si hace viento, apenas se percibe fuera algo más de ruido; si llueve, se pone en marcha el limpiaparabrisas, incluso de forma automática. Dentro del coche nos sentimos siempre igual independientemente de lo que nos envuelva. Con la moto, en cambio, cada viaje es distinto, cada salida lleva consigo un planteamiento diferente y puede resultar en muchas ocasiones una auténtica aventura. Con la moto formamos parte de una simbiosis.
A lo largo de estos artículos haremos una alusión casi continua a varios conceptos imprescindibles para conducir una motocicleta con seguridad; conceptos que guardan la misma esencia contemplada desde distintos planos, y que en su conjunto apuntan al mismo fin, al control absoluto de la moto, al completo dominio de sus reacciones y de sus movimientos.
1. La actitud anticipativa.
2. La mentalidad de lucha.
3. El espíritu aguerrido.
Hablaremos de ellos más adelante, introduciéndolos en otros artículos, pero veamos ahora cómo subirnos a una moto y el ejercicio* que os propongo:
CÓMO SUBIRSE A LA MOTO Y LA MOTO EN PARADO
1.-La moto está sobre el caballete.
En el caso de una moto de más de 150 kilos -por poner una medida- debemos de colocarnos en lado izquierdo de la misma y buscar algún asa en la mitad posterior de ese costado (a veces sirve el propio asa del pasajero, que está cerca del colín). Tomaremos la moto por ese asidero y por el puño izquierdo del manillar, y tiraremos con fuerza del asa, empujando, y con el manillar únicamente dirigiremos la operación, no lo empujaremos.
Hay veces que la moto está sobre un suelo deslizante y el caballete resbala al empujar; entonces tendremos que aplicar un poco de habilidad pisando con el pie izquierdo sobre el suelo y el caballete a la vez, con el objeto de frenar su desplazamiento. En cuanto la moto se pose en el suelo, inmediatamente, soltamos la mano del asa y la llevamos al puño derecho del manillar para coger el freno delantero. Mantenemos la moto frenada y nos encaramamos a ella. En algunas motos pequeñas no existe asa de ningún tipo, entonces sólo podemos bajarla del caballete empujando sobre el manillar. En cuanto se pose en el suelo, la operación es idéntica: apretar el freno delantero.
Hay quienes despliegan el caballete lateral o pata de cabra como medida de seguridad, por si la moto se les vence hacia el lado izquierdo. Esta medida puede resultar interesante para personas que por su estatura, que por su grado de agilidad y flexibilidad o, incluso, que por el cofre (top case) instalado atrás en su moto les haga algo más comprometida la maniobra de bajar la moto del caballete central y sobre todo de subirse a ella. Pero bien es cierto que la pata desplegada pueda suponer un estorbo con el que golpearse o trabarse, por ejemplo, cuando el pie izquierdo vuelve a la verticalidad después de pisar el caballete para evitar que resbale sobre un piso deslizante; así como también puede resultar un elemento peligroso para los despistados, como el mismo que firma este artículo. No todos los modelos de hoy en día montan el sistema de pare del motor al intentar arrancar con la pata extendida, también es un sistema que puede no funcionar en todas las motos (si es que son muchas) en las que solemos subirnos, y además de esto, en la mayoría de las unidades clásicas restauradas de cafe racer y otros estilos tan de moda ahora tampoco funciona por no existir en la época de su fabricación.
Por tanto, no desaconsejamos esta práctica porque sí es cierto que puede ser muy útil a algunas personas, pero tampoco podemos recomendarla de un forma universal, porque puede no resultar beneficiosa para todo el conjunto.
Lo más importante, en cualquier caso es mantener la maneta del freno apretada.
Por otro lado, muchos caballetes, sobre todo en motos de cierto peso, como la que aparece en el vídeo que ilustra este artículo,. están diseñados con un sistema particular que consiste en mantenerlo abajo, tocando el suelo, después de desplegarlo para facilitarnos la maniobra de subir la moto sobre él. De la misma forma, queda en esa posición cuando bajamos la moto y mientras nosotros nos subimos a ella. En cuanto las suspensiones bajan siquiera un centímetro con nuestro peso, el caballete se pliega a su alojamiento de marcha. Baste entonces con estar atentos y sentir o bien el golpe de su acoplamiento o el sonido que pueda hacer el mismo para iniciar después la marcha con la seguridad de que lo llevamos plegado.
2.- La moto está apoyada sobre el caballete lateral (pata de cabra).
Nos aproximaremos a la moto por el lado izquierdo, la agarraremos con ambas manos por el manillar y tiraremos de la maneta de freno. Manteniéndola frenada, nos encaramaremos a ella al mismo tiempo que la vamos llevando a la verticalidad. Una vez sentados y sin dejar de apretar el freno, quitamos la pata de cabra.
Por lo general, la pata de cabra de una moto equipada a su vez con caballete central tiene una precaria estabilidad y, sin embargo, la moto que se soporta únicamente sobre una pata de cabra, ya sea una custom, ya sea una deportiva, ofrece una estabilidad más asentada de lo que cabría esperar en un principio.
Por último en este apartado, tanto para bajar la moto del caballete como para colocarla completamente vertical cuando descansa sobre la pata de cabra, es muy importante hacerlo con la rueda delantera apuntando al frente, con el manillar derecho.
3.-Sentados sobre la moto y en parado.
En esa situación, con los pies plantados sobre el suelo, dependerá mucho de la envergadura, peso y fuerza del piloto, pero tendrá que ser suficiente en casi todos los casos para mantener el equilibrio sobre un firme llano. No así en cuanto tenga la más mínima pendiente, que deberemos coger el freno, siempre el delantero (no pisar el pedal porque perdemos el apoyo de un pie), como hemos dicho al principio, con uno o dos dedos, según el tamaño de la mano del piloto. Siempre, subrayo esto, siempre que se vaya a subir el pasajero, cogeremos el freno y no lo soltaremos hasta que no esté quieto en su plaza. Si se mueve el pasajero, brusca e inesperadamente, de inmediato llevamos la mano al freno; y siempre que vayamos a hacer cualquier movimiento del cuerpo, por ejemplo, agachar la mano para desplegar la estribera del pasajero, lo haremos con el freno apretado.
4.-Para el pasajero.
Ciertamente habría que dar también al pasajero una serie de recomendaciones antes de subirse a la moto de un principiante.
Cuando la moto no sea muy grande, muy alta, no tenga baúl ni ningún otro obstáculo en la parte trasera y cuando ese pasajero posea una estatura por encima de la media bastará con pasar una pierna por encima de la moto para colocar la planta del pie sobre la estribera del otro lado. Sin embargo, cuando no se cumplen todos estos requisitos la cuestión es diferente. La primera recomendación para el pasajero es que se asegure de que el piloto está enterado de que va a subir. La segunda es que evite las brusquedades. La tercera que se encarame a la moto como se sube a un caballo, es decir, que si por ejemplo lo va a hacer por el lado izquierdo, que primero pose este pie sobre la estribera del mismo lado y que se eleve sobre él, pero antes de hacer fuerza para ascender es muy importante que eche el tronco hacia el centro de la moto, sobre la vertical de asiento, para desequilibrar el conjunto lo menos posible en el momento de dar el impulso. Después, una vez sentado el pasajero y con la moto aún en parado debe hacer todos sus movimientos suavemente y lo más centrados posible en el asiento.
EJERCICIO:
Con el freno delantero activado evitaremos el 90% de las caídas en parado, que suelen tener para la moto unas consecuencias mucho más desastrosas de lo que pueda parecer.
Es muy importante señalar este recurso, pero más importante, si cabe, es entender hasta qué punto marca la diferencia.
¿Se os ocurre por qué?
...
Podéis ir dejando vuestras teorías y respuestas. La solución se publicará, con vídeo incluido, en una semana.
Tomás Pérez
*Por supuesto que los más veteranos siempre pueden participar respondiendo al ejercicio, pero sí rogaría que lo hicieran sólo aquellos de los que no es conocida esa veteranía en el foro. A habituales de este foro les pediría que no publicaran su respuesta puesto que condicionarían, sin duda, la de los más principiantes.
Muchas gracias por vuestra participación.
RESPUESTA.
Sin el freno apretado, la moto quedará completamente suelta, libre para moverse sobre todo el plano, sobre dos dimensiones. Fijaros en la innumerable cantidad de movimientos que puede realizar la moto sobre la superficie.

En cambio, con el freno cogido la moto quedará sujeta en lo que al movimiento longitudinal se refiere, no podrá ir, lógicamente, ni hacia adelante ni hacia atrás; pero la restricción del freno no sólo que en esas dos direcciones: hacia adelante y hacia atrás, sino que anula todas la variantes posibles y derivaciones que permite el plano. En consecuencia su campo de movimiento se reduce a una sola línea. Una única línea, simplemente, basculando a la izquierda o a la derecha. Nada más. La moto sólo se podrá mover entonces en una única dimensión.

Por último, el texto completo de este artículo queda recogido e ilustrado con este vídeo:
http://www.mutua.escuelaportalmotos.es/ ... fotoId=192
Muchas gracias por vuestra participación.
Tomás Pérez