Recordando un documental sobre Tartesos nos quedamos con las ganas de conocer unas ruinas descubiertas muy cerca de Zalamea de la serena, Cancho Roano, para lo cual estos tres días venían que ni al pelo. El alojamiento, un hotel rural en El Hoyo ("El Criadero"), junto a Peñarroya-Pueblonuevo cumpliría perfectamente con nuestras necesidades, buena comida, descanso y mucho campo.
La ruta de ida debía de ser sencilla por lo que la autovía de la Plata con salida en Monesterio era perfecta.

La primera parada en El Ronquillo, churritos y paradita de rigor. Más tarde a la altura de Monesterio nos salimos de la autovía dirección Llerena yá por nacionales. Hasta Fuenteovejuna hay muchas rectas y el paisaje es casi aburrido...
Llerena.



Fuenteovejuna.

Para llegar a El Hoyo preferí tomar una carreterita local que ví por streetview más bonita pero muy deteriorada.

El Hoyo y la llegada a El Criadero.




¡ Como se comía en ese patio !

Y entre plato y plato mirando de reojo el mapa...

Un descansito merecido y de visita a Peñarroya-Pueblonuevo.


El Embalse de Sª Boyera

Peñarroya.



Belmez.





Y tras cenar, yá denoche, gracias al navegador android por bluetooth del móvil conseguimos salir del pueblo sin preguntar a nadie y llegar a nuestro hotel, este sistema lo probé en más ocasiones y funciona realmente bien.
Al día siguiente partimos hacia Zalamea para ver las ruinas el templo Tartésico de Cancho Roano. Entrando en la provincia de Badajoz las carreteras aunque solitarias guardaban bonitos paisajes.



La pista para llegar.

Cancho Roano. Las instalaciones están muy bien conservadas y resulta evocador pensar que en medio de aquella dehesa existió aquello...







Tras la visita volvimos a Zalamea a almorzar y ver un poco el pueblo.

El dístilo de Zalamea.

Hacía calorcillo y después de comer emprendido el regreso, más que a ir en moto la tarde invitaba a...

(¡ qué buen momento !, ir por una carretera y sin ninguna prisa decir: aquí me paro....no tiene precio)
Entramos en Fuenteovejuna a tomar un cafelillo y ver algo del pueblo....Fuenteovejuna....¡ todos a una !


Volviendo al hotel cruzamos de nuevo el embalse al atardecer...idílico.

Y tras una merecedora y estupenda cena puesta por David, cocinero del hotel con el que llegamos a entablar buena amistad, disfrutamos del anochecer escuchando los grillos y las miles de estrellas que la noche nos regaló.

Para mí algo que no tuvo precio fué despertar con los suaves rayos de sol colándose por la ventana mientras escuchaba los cencerros de las primeras ovejas que deambulaban por la dehesa...


Pero como no podía ser de otra forma había que regresar. Al tener todo el día por delante y el brazo poco a poco ir respondiendo mejor, me planteé abandonar las autovías y "cortar" camino hacia Cádiz por derecho a Sierra Morena, como buen bandolero, y saliendo por la Sª Norte de Sevilla cruzar por Carmona hacia Utrera y Jerez.

Salimos hacia Fuenteovejuna pues había una carretera hacia Cazalla de la Sª, con muchas curvas, que merecía la pena conocer. 70 kms.

La carretera no tiene arcén pero el asfalto no es malo, el día está estupendo y partimos animados. En el mapa 15 kms. antes de Cazalla figura Alanís
A unos 10 kms. de Fuenteovejuna la crtra. parece terminar ¿?, un cartel indica "Carretera en mal estado". El suelo se convierte en un camino de cabras y entre la duda y las ganas de aventura decidimos continuar.


Los kms. van callendo y no paso de 2ª y de 20 kms./h., curvas, valles, baches y más baches, kms. interminables de soledad. No se vé un alma, sólo nos acompaña a ratos el río Bembezar, afluente del Guadalquivir...

10, 20, 30 kms.,....uff sólo vemos buitres, águilas y alguna que otra rés. La única señal que vemos pone: "Carretera muy peligrosa" ¡!

Decidimos parar un ratillo, deben quedar unos 10 kms. a Alanís, a la civilización pero hace calor y la tensión de los baches y el peso tan lentos se hacen duros.

Por lo menos los paisajes merecen la pena. Ya entrados en la Sª Norte de Sevilla la vegetación aumenta, la sombra y el frecor mejoran la conducción. Circulamos por lugares conocidos, la ribera del Hueznar, Constantina... paramos a tomarnos una cerveza, estoy de curvas hasta el gorro, con maletas no es lo mismo.

Más repuestos seguimos hacia Lora del Río y Carmona (donde paramos de nuevo buscando una sombra). Desde Carmona recuerdo una carretera local directa a Utrera y la pillo, de repente me encuentro un cartel: "Carretera cortada del km. 7 al 20"... no me lo creo, de nuevo en "fregao". Le digo a mi artillera que bueno, que eso de cortada será para los coches y que me niego a dar un rodeo así que al poco estamos de nuevo circulando por baches y al poco+1 por un carril de un sembrado junto a la ex-carretera....
Afortunadamente superamos el tramo y encontramos de nuevo asfalto. En Utrera fué inevitable parar de nuevo a refrescar el gaznate y de ahí, tras una semi cabezada en la silla del bar, directos para casita donde una vez más llegamos sin novedad, con el brazo cansadillo pero con la prueba superada.
