Por fin!!!Con varios días de vacaciones por delante, se planteaba la posibilidad de estrenar la moto en un viaje que la bautizara como digna montura de ruta. Desde Noviembre latía con fuerza el hambre de carretera y paisajes por descubrir.
La idea que fue cobrando forma fue la de bajar hacia el sur, sin tener un plan predefinido estricto. Se trataba de hacer km que fueran poniendo una distancia entre lo cotidiano y la pequeña aventura de viajar en moto. De paso cabía la posibilidad de encontrar por allá abajo la compañía de algún amigo forero.
Con esta determinación, recogí la moto el lunes de la revisión de los 1000 km, y preparé todos los bártulos necesarios para el viaje.Cabrá todo eso en la moto?

Sopeso las maletas...pero si me cuesta levantarlas!!!Justo antes de salir, vestido y sudoroso, comprobaré que pesan desigual y en la puerta de casa tendré que volverlas a organizarlas para dejarlas repartidas por igual. ¿Dónde pondré el camping gas para que se compense con la tienda?
En realidad el viaje ha comenzado comprando la comida, los mapas, desempolvando las maletas...También es cierto que el momento de romper con la preparación y montarse sobre la moto para comenzar la ruta es decisivo, porque parece que nunca va a producirse. Al fin, acelerando, dejas atrás lo familiar, rumbo de lo desconocido.

La primera intención es iniciar un descenso hacia el sur pasando por la sierra de Albarracín y Cuenca, hasta donde llegue. Como siempre, tendré que ir ajustando las previsiones iniciales a lo que depare el camino.
Ya estoy en ruta. Camino de Teruel, atravieso la cuenca minera. Esta carretera, alternativa a la nacional Zaragoza-Teruel, casi no tiene tráfico, y está en bastante buen estado. Al cruzar las largas llanuras del campo de Belchite me encuentro con el que será mi fiel acompañante durante todo el viaje: el viento. Acelerando para hacerle frente, mientras atravieso estas extensas tierras planas y desoladas, añoro la sierra que ahora tan sólo es una promesa. Cuándo llegarán esas curvas entre pinos que me cobijarán de tanto viento? Se por otras ocasiones que vendrán, pero en medio de esta aridez parece que nunca serán posibles. Qué diferente esta ruta sobre dos ruedas a las innumerables veces que la he hecho en coche. Viajar en moto es la esencia de viajar a la antigua usanza. A excepción hecha de a pie o en bicicleta, la moto es el caballo de nuestros tiempos. Por eso los moteros somos de los últimos románticos, añorando valores como la solidaridad, la amistad, la camaradería...somos jinetes de otros tiempos a lomos de la última tecnología.
He salido tarde, y es hora de reponer energías. Más arriba de Escucha, hay una fuente que baja de la montaña y donde hace años, cuando vivía más allá, siempre paraba a coger agua. Así que me preparo el primer bocadillo de longaniza mientras arriba los buitres me sobrevuelan indiferentes.

Consulto los mapas. No pasaré por Teruel. En Alfambra cogeré una carretera comarcal que tras cruzar la N234 debería internarme en la sierra de Albarracín, camino Orihuela del Tremedal. Estas carreteras rurales solitarias tienen la virtud de hacerme sentirme bien, y son casi siempre mi opción primera de ruta.
Así lo hago, y una vez allí atravieso calles empedradas, tras poder comprobar como algunos conductores de coches cuando ven una moto no cejan en su empeño hasta pasarle, y cuanto más cerca están de tirarte mejor. Supongo que tendrá que ver con el tamaño de su pene y que irá en relación inversamente proporcional al uso y disfrute del mismo.
En Orihuela me equivoco, cómo no, y tras subirme por una empinada cuesta, me doy cuenta horrorizado que toca dar la vuelta. Primeros sudores fríos al mover la moto cargada como una bestia.
Al fin logro enfilar la bajada y me adentro en una carretera de bosque que poco a poco se transforma en prácticamente una pista asfaltada. La vista es preciosa, y me gustaría hacer una foto, pero el arcén es prácticamente inexistente. Por fin encuentro un metro de arcén, pero hace pendiente, y la pata cabra roza el suelo(llevo las bieletas bajadas). Cuando consigo ponerla (más sudores), empieza a hundirse en el suelo de tierra y pinaza. Mejor dejo la foto para otra ocasión. Empiezo a darme cuenta de que la Strom quiere más al asfalto que a lo rural, sobre todo cargada como va ahora. A lo largo del viaje tendré ocasión de afirmar este hecho.

La carretera cada vez está peor asfaltada, y aparecen montones de grava y baches que han cuarteado y levantado el asfalto. Qué bonito el riachuelo que discurre paralelo a la carretera...coñ*!!! si está helado!!!Pero si eso de la cuneta es nieve!!!Los charcos de la carretera cobran un nuevo sentido a la vista del hielo. A veces charcos, gravilla y baches se presentan juntos. Tranquilo, tranquilo. Me salen al paso muchas pistas forestales que con otra montura o tal vez con compañía sería bonito recorrer. Yendo solo, ni me asomo. El trail murió a manos del tubeless.

Y voy camino Cuenca. Curva tras curva, cientos de curvas. Esa será otra constante del viaje. Subir y bajar, derecha izquierda.
Empieza a anochecer cuando paso al lado de la ciudad encantada. Hay que buscar refugio. Aún así, me paro en un mirador a con templar esas formas rocosas tan caprichosas que el río Júcar ha conformado.

“El Ventano del Diablo”. Los turistas se me quedan mirando. Lejos de la seguridad del habitáculo de sus coches. Y yo empiezo a tener frío.
El primer camping que miro está cerrado. Me dicen que pruebe más adelante. Menos mal. Llego ya de noche, y resulta que no me se ni la matrícula de la moto. “Pensarán en recepción que la he robado?”
“La piscina está cerrada?”, bromeo con las de la oficina. Sonríen, pero son profesionales. No conseguiré rebaja...
Ahora toca montar la tienda, preparar la cena, engrasar la cadena, llamadas desde el móvil para confirmar que estoy bien...me quedo sin batería. No problem, para eso le puse una toma de mechero a la moto. A recargar el móvil mientras duermo.
Lo cierto es que estoy descojonado. Falta de práctica. Qué bien se está dentro del saco enfundado en mis calzoncillos purgueros especiales para la ocasión. Buenas noches. Mañana, más.