Estaba a última hora de la tarde en un concesionario situado en un polígono industrial de Alcobendas encargando una pantalla para la V, el caso es que había bastante barullo entre el taller la tienda y no nos atendían.
Le pregunte a un cliente que también estaba esperando y me conto que mientras esperaba ha entrado un repartidor de Seur gritando "Hay un tío hay fuera tirado con la moto", el de la tienda salió diciendo "Jo*** otra vez".
Por lo visto cuando salieron vieron a un motorista tirado en el suelo con una CBF600S (editado para actualizar modelo), con la primera metida, embragando y acelerando a tope, total que desconectaron la moto, la metieron en el taller, le atendieron....
Cuando se tranquilizo todo, le pregunte al vendedor y me conto "Le he entregado la moto hace menos de una hora y ya se ha caído ya tres veces, y no lo vuelve a intentar porque la moto hace un ruido raro al intentar arrancar y no arranca".
El conductor es de +- 50 años, por lo que intuyo que se saco el carne hace mucho tiempo y que nunca habrá conducido una moto "grande".
El tema es que pienso que debe ser frustrante recoger una moto nuevecita y ver que no puedes con ella, pero es que nos estamos jugamos el físico.
Creo que esta persona debería parar recapacitar y o dejarlo o por lo menos tomárselo con más calma.
Además el comprador le reprochaba a los de las tienda que “se la había dejado muy alta” ¿¿¿???, en cualquier caso nosotros somos los responsables cuando ponemos la moto en marcha y debemos chequear antes si estamos listos para la marcha o no, y si no lo estamos no salir bajo ningún concepto.
Creo que es buena práctica hacerse esta pregunta, cuando nos hemos puesto el casco, guantes …. hacer un pequeño “kick off” y evaluar si estamos preparados.
En fin, un peligro en la carretera, cuando recoja la pantalla preguntare como termino la historia.
Un saludo.
