Si cada uno actuase según su propio sentido común, y eso fuera suficiente, ¿para qué las leyes?. La norma dice que no se puede estacionar en el acerado, y establece distintas multas en función de si el vehículo deja libre más o menos acera para el uso del viandante, de la señora que va con el carrito del niño, del viejete que va arrastrando los pies en su torpe andar y al final de la calle lleva todas las colillas recogidas..., o del chaval que va ensimismado tratando de no pisar las rayas de la unión de las baldosas del acerado en su particular juego.
Igual que existe esa norma, también está la de no circular sobre el acerado; norma aplicable a las bicicletas, pero fíjense en como, por ejemplo en Sevilla, han "minado" las aceras de carriles bici.
En definitiva, que si no nos gusta como está la norma sólo hay que reunir tropecientas firmas para elevarlas al parlamento (o a donde proceda) para así autorizar por ejemplo el uso reservado de zonas señalizadas en aceras que reúnan equis condiciones.
Lo que no me parece de recibo es menospreciar, insultar, o tildar de ciertos calificativos indeseables a unos señores (léase agentes con potestad sancionadora) que se limitan a cumplir con su trabajo, y que de buen grado aceptarían cualquier forma de estacionar que la ley permitiese. Claro que los habrá con sus más y sus menos, que nos pueden caer mejor o peor, pero seamos consecuentes.
Un saludo a todos

